jueves, septiembre 18

3×3 18/09/2025

TRAZABILIDAD Y TRANSPARENCIA
Durante mucho tiempo, y hasta ahora inclusive, este gobierno ha afirmado que la transparencia y la trazabilidad del dinero son cuestiones fundamentales en la lucha contra el crimen organizado que lava una gran cantidad de recursos provenientes de varios hechos delictuosos en nuestro país. Sin embargo, ahora el presidente Peña tiene la magnífica oportunidad de contarnos por qué tenía sobres con dinero en su residencia presidencial, según lo relató la empleada doméstica que fue retirada de dicha casa por supuestamente haberse robado el dinero.
Este es un hecho escandaloso por donde se lo mire, con varias aristas, pero es bastante poco probable que se llegue a una investigación, porque uno de los que ingresaba de manera furtiva y constante a la residencia presidencial era el fiscal general Emiliano Rolón. Esa situación nos lleva a preguntarnos qué hacía el fiscal general conversando con el presidente de la República. Se supone —porque la Constitución así lo ordena— que el fiscal general defiende los intereses de la sociedad, no los intereses del presidente de la República como en los tiempos autoritarios de Stroessner.
Nos debe también una explicación el fiscal general, fuertemente acosado en diferentes frentes por su incapacidad para poder enfrentar con éxito la corrupción y los delitos. Ciertamente, entre el dinero cuyo origen desconocemos —pero sobre el cual algunos tienen sobradas razones para presumir— y un fiscal general que es poco probable que investigue, lo único que se hace es consolidar nuestra pésima imagen hacia adentro y hacia afuera.

LA GENTE NO VIVE MEJOR
El Ministerio de Economía sigue presumiendo que la economía paraguaya crecerá un 5% este año, pero la gente no vive mejor. Los costos de vida son realmente tan altos que el propio mandatario, que nombró a Fernández Valdovino, dice que no se puede llegar a fin de mes con los salarios que se cobran actualmente.
Evidentemente, estamos haciendo una economía solo para pagar las acreencias y quedar bien con los organismos internacionales, mientras la calidad de vida del paraguayo desciende de manera brutal.
No solamente vemos que los alimentos han aumentado casi un 30% en comparación con el año anterior, sino también una queja permanente y constante de que no alcanza el dinero para vivir en mejores condiciones y que los niveles de endeudamiento y de créditos impagos también se incrementan. Esta es una situación que la economía tiene que mirar con atención. Estamos cansados de repetir que los números grandes funcionan mientras la microeconomía, la que afecta el bolsillo de la gente, sigue por los suelos. La economía, para que responda a los intereses de una nación, tiene que tener una directa correspondencia con la calidad de vida de cada uno de los paraguayos; de lo contrario, es pura mentira.

PARAR EL GENOCIDIO ISRAELÍ
Las cuestiones internacionales siguen siendo bastante agitadas, entre la ocupación israelí en la zona de Gaza, pidiendo que todos los gazatíes abandonen ese territorio, y luego de que varias organizaciones internacionales hayan calificado de genocidio al desplazamiento militar en esa zona, que ya lleva 70.000 muertos y varios heridos, además de personas viviendo al límite de la hambruna. Todo esto tendría que hacer reaccionar al mundo de una manera mucho más fuerte para demostrar que realmente nos importan estas cuestiones y que el genocidio que tanto ha denunciado el pueblo judío —el cometido contra ellos por el nazismo— es una muy mala proyección que ahora sean ellos los protagonistas de hacer en contra de los palestinos.
El mundo tiene que reaccionar ante una circunstancia de este tipo. Hasta ahora, todos los signos han demostrado que no han sido suficientes, lo que nos hace presumir, con justificada razón, que el nivel de conflictividad en Medio Oriente continuará en aumento. Si no hay una respuesta civilizada de todo el mundo, las posibilidades de que los genocidios vuelvan a repetirse una y otra vez son realmente imaginables.