El vicepresidente de la República, Hugo Velázquez a pesar de que cuenta con un prontuario poco transparente y vinculados en números casos de corrupción nunca fue investigado. El segundo al mando tiene además nexos con el grupo terrorista Hezbolláh y es quien ahora lleva adelante la transformación del Estado.
Hugo Adalberto Velázquez Moreno, de 53 años, comenzó su carrera política como un humilde presidente de seccional en la ciudad de Lambaré a finales de los 90. Fue Agente Fiscal hasta el año 2007 e inclusive llegó a ocupar el cargo de Fiscal General Adjunto, designado a Ciudad del Este, durante el tiempo en que permaneció en la capital del Alto Paraná numerosas denuncias de registraron en su contra.
En el 2008 fue electo como diputado por el departamento Central y reelecto en el 2013, periodo en el cual llegó a ocupar la titularidad de la Cámara Baja. En el año 2018 presentó su renuncia al legislativo para presentarse como candidato a la Vicepresidencia.
En todos los cargos que llegó a ocupar se lo vinculó en múltiples actos de corrupción; y estando en la función pública se convirtió en un millonario propietario de inmuebles, e inclusive cuenta con varios caballos de raza.
Había sido denunciado por estar involucrado en hechos de narcotráfico, lavado de dinero, contrabando durante su ejercicio de fiscal adjunto del Alto Paraná. Supuestamente era el cabecilla de un “esquema” de hacer intervenciones en casos de evasión impositiva, yendo el dinero a las manos de jueces y fiscales y no al Estado.
Así también, hasta ahora el segundo del Ejecutivo es muy cuestionado ya que alrededor de una docena de miembros de su entorno familiar ingresó a la función pública o recibió aumentos durante el periodo en que estuvo al frente de la Cámara Baja.
Según publicaciones internacionales, se investiga en el país una red millonaria de lavado de dinero y envío de remesas para el Hezbolláh. La Unidad de Inteligencia Financiera de los EE.UU. investiga a Ricardo Galeano y Walid Amine Sneid por vínculos con esta organización terrorista, ambos amigos íntimos de Velázquez.
El Vicepresidente de la República habría utilizado sus influencias durante esta pandemia para beneficiar a sus amigos, dueños de la empresa “Flavors of America”. Esta firma vendió dos millones de mascarillas a la Itaipú Binacional por pedido del Ministerio de Salud, lo llamativo es que la misma se dedicaba a la venta de vapeadores pero decidió cambiar de rubro unas semanas después del inicio de la cuarentena, todo eso para quedarse con el negocio y con la supuesta ayuda de Hugo Velázquez.
Global Logistic Solutions es otra empresa de Galeano y Amine Sneid, firma que según las investigaciones, lavaba dinero. En el 2013, Estados Unidos emitió una primera alerta sobre esta situación y la Seprelad reportó 11 operaciones sospechosas entre el 2013 y 2014. El total de las operaciones irregulares fue por valor de US$ 43 millones, las investigaciones se encuentran paradas desde hace 4 años y no hay un solo imputado. El Vicepresidente negó toda vinculación con el grupo terrorista a pesar de que sus amigos fueron favorecidos para ser proveedores del Estado.
"No son amigos míos. El señor Walid Sweid es amigo de unos amigos. Lo conozco, pero no es mi amigo. Conozco a Ricardo Galeano, pero no tengo vínculo laboral ni de amistad", sentenció el vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, cuando fue consultado por la prensa paraguaya. Sin embargo, reconoció que jugó al fútbol algunas veces en la quinta de Sweid. "Era una cancha que solíamos utilizar, pero había varios lugares donde solíamos compartir el fútbol", había declarado Velázquez cuando iniciaron las investigaciones.
El Hezbolláh es un movimiento político y militar de varias naciones que surgió como respuesta de los ataques de Israel a Siria en los 80′.
El Vicepresidente de la República también fue salpicado en el mayor escándalo de este Gobierno y muchos lo catalogan como el ideólogo del acta bilateral que Paraguay firmó con Brasil y que era perjudicial para el Estado paraguayo.
Con solo 27 años de edad, José Rodríguez González fue capaz de interferir en decisiones que pusieron en vilo a todo el país. El abogado Joselo, quien intervino para modificar el acta bilateral ratificó en numerosas ocasiones que trabajaba con el segundo del Ejecutivo y que solo faltaba la resolución de su nombramiento, sin embargo esto fue negado por Velázquez en reiteradas ocasiones pero no convenció a nadie.
Se filtraron mensajes en donde “Joselo” hablaba en nombre de Velázquez. Cabe recordar que el joven abogado cumplía la función de intermediario en Paraguay del Grupo Leros de Brasil, firma del r Yubro energético que pretendía comprar el excedente de energía paraguaya en la Itaipú Binacional.
Los representantes de la empresa decían tener vínculos con la familia presidencial del vecino país. Una vez que saltó el escándalo, el vicepresidente intentó distanciarse de Rodríguez González, aunque él mismo formó parte de su equipo político.
Lo llamativo del caso fue que a pesar de que el joven haya utilizado su nombre, supuestamente sin su autorización, el vicepresidente no accionó contra el abogado porque según dijo, “es un joven que se equivocó y que basta con que cuente la verdad”.Todo este prontuario poco transparente, ocasionando casi un juicio político parece fueron olvidados ya que actualmente lleva adelante la transformación del Estado.
Hugo Velázquez de una manera increíble hizo crecer su fortuna en casi 20 años; en el 2001 había declarado un poco más G. 411 millones mientras que el año 2009, siendo ya diputado nacional, consignó un patrimonio activo de 1.490 millones.
Sin embargo, en su declaración del año 2017, cuando todavía era legislador declaró un patrimonio activo de G. 5.627 millones, además de cuatro vehículos, un Toyota, un BMW, una pala cargadora y un tractor, por valor de G. 910 millones.
Según su declaración, el vicepresidente cuenta con tres inmuebles en Lambaré por valor de 938 millones e inversiones en acciones por G. 1.370 millones en Tiziano SA y G. 2.240 millones en otras empresas que no fueron detalladas. De esta manera, del 2001 al 2017, que son 19 años, la fortuna del vicepresidente creció inexplicablemente.
Incomprensiblemente a pesar de lo turbio en el crecimiento de su fortuna, sus vínculos con el terrorismo, empresas de sus amigos que son proveedoras del Estado de manera irregular el segundo al mando sigue sin ser investigado y sumado a eso poner al vicepresidente Hugo Velázquez al frente de la reforma del Estado es por lo menos una broma macabra y claramente un desinterés en llevarla adelante.