Tal vez no en 2020, pero muchos oficios, ocupaciones y profesiones que hasta ahora consideramos imprescindibles podrían ir desapareciendo paulatinamente hasta desaparecer. Son unos cuantos e involucran a más personas de las que podemos imaginar. Una de las áreas es la vinculada al papel impreso. A comienzos del siglo, se hablaba insistentemente de “low paper office” u oficina sin o con muy poco papel. Con el avance del e-government, o gobierno electrónico, mucho papeleo oficial se está pasando al formato digital. En los países centrales, la documentación personal y del vehículo –por ejemplo- ya tiene su versión para Smartphone. De manera que ya no hay que andar acarreando título de propiedad, carnet de conducir o seguro contra terceros ya que todo eso está disponible, en términos legales, en el móvil personal. En esa línea, el courrier se va quedando con cada vez menos clientes porque va mermando la impresión de todo tipo de comunicaciones, formales o familiares. Otro sector con fecha de vencimiento son los cajeros bancarios y los de supermercados. La atención en ventanilla es hoy casi inexistente porque todo se hace en forma electrónica. Por otra parte, la billetera electrónica con su función escáner hace innecesaria la función cajero ya que el cliente completa la operación pagando con su celular. Agentes de viaje, call centers, community managers y hasta empleados agrícolas están también en la fila para ser reemplazados por un algoritmo o alguna aplicación que haga innecesaria su participación. Hoy es posible programar una cosechadora para que realice automáticamente su faena sin intervención humana, lo que reduce costos, aumenta la productividad y elimina errores. Inquietante, pero mucho más cercano de lo que creemos. ¿Qué sentido tiene una economía en la que el hombre tiene cada vez menos espacio al ser reemplazado por una maquina o una app? No se trata de si está bien o si está mal. Es la realidad que se viene y para la cual hay que estar preparados. Otra pregunta peligrosa que nos hacemos: ¿Aquí, en el Paraguay? Estamos muy lejos. Nada más equivocado. Hay muchas funciones como las citadas más arriba que ya están en vigencia, casi sin que nos demos cuenta. Cuidado con eso, porque cuando lo hagamos, será tarde.
