Con un lento proceso de vacunación y relajos ante las medidas sanitarias, las proyecciones acerca del nivel epidemiológico en nuestro país son preocupantes. El pico de la nueva ola podría verse a inicios de febrero, pero las fiestas de fin de año y la peregrinación a Caacupé serán determinantes para un colapso sanitario.
De acuerdo a los datos emitidos por el ministerio de Salud, hasta el miércoles pasado, un total de 3.332.914 personas están vacunadas con la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19. Así también, 2.603.742 personas recibieron su segunda dosis, mientras que 100.494 habitantes se aplicaron la tercera dosis.
Para la directora de Vigilancia de la Salud, la Dra. Sandra Irala, la falta de inmunización completa para la mayoría de la población puede constituir un elemento central que definirá el impacto epidemiológico en el país, reflejado en mayores contagios y más fallecidos.
En este punto, la experta agregó que el relajo ciudadano y la falta de aplicación constante de los cuidados sanitarios constituyen otra influencia dentro del nivel de contagiosidad en el país; esto sin mencionar la preocupación que manifestó la Dra. Irala con respecto a las variantes que repuntan la propagación del virus en la propagación.
“Debemos tener en cuenta que las proyecciones se basan en los datos recolectados de manera diaria; estos están influidos por diversas intervenciones que se pueden desarrollar, lo cual puede adelantar la proyección o retrasarla”, explicó la directora de Vigilancia para hablar sobre el posible escenario epidemiológico en los próximos meses.
ESCENARIO
La Dra. Irala detalló que el proceso de vacunación y el mantenimiento o eliminación de medidas sanitarias son aspectos que definen las proyecciones que se determinan desde Salud. El Instituto de Métrica y Salud, de EE.UU es el principal indicador utilizado por la cartera para determinar diversos aspectos epidemiológicos, analizarlos y preparar una posible respuesta para ellos.
“El número de fallecidos es el parámetro más duro y teniendo en cuenta la última actualización del 17 de noviembre, el pico de la nueva ola podría darse a finales de enero e inicios de febrero; situación que comenzará a subir desde diciembre hasta terminar en eso”, adelantó la vocera.
Argumentando el posible escenario, la Dra. Irala detalló que en las últimas semanas ya se están registrando aumento de casos, así como un leve incremento en el número de internados, situaciones que implican una enorme influencia en las proyecciones.
Con respecto a las fiestas de fin de año o la peregrinación a Caacupé, la experta mencionó que aún no puede realizar análisis concretos porque son situaciones muy lejanas a las últimas actualizaciones. Sin embargo, sentenció que desde Salud estarán atentos a todo lo acontecido en diciembre para vislumbrar las proyecciones futuras, que serán determinantes en cuanto al nivel epidemiológico.
“El último corte que hace el Instituto de Métrica es del 17 de noviembre, por ello estaremos aguardando a las próximas actualizaciones de datos a ser registradas. Lo concreto es que si se avanza en las vacunaciones y se mantienen las medidas sanitarias, la peligrosidad puede descender”, aseveró.
Así también, prosiguiendo con la idea, agregó que si se llega a desarrollar todo lo contrario a las posibilidades mencionadas, la situación será insostenible hasta desarrollarte el peor escenario advertido por los profesionales de salud.
“Actualmente, lo que más nos alertó hace varias semanas fue el aumento en la ocupación de camas en Alto Paraná, departamento en el cual ya se instalaron los profesionales médicos correspondientes para aumentar los testeos, para que se aíslen o incluso aplicar cuarentena”, acotó.
En ese sentido, hizo hincapié en la necesidad de mantener todos los cuidados sanitarios pertinentes durante las próximas fechas, pues recalcó que cualquier evento donde se registre alguna aglomeración, significa automáticamente un aumento en el nivel de contagios y también fallecimientos.
“Para destacar estos aspectos, debes tener una combinación de cosas, entre ellas se destacan la falta de cuidados e inmunización, a lo que se suma la nueva variante que tiene un nivel mucho más alto de transmisibilidad y contagiosidad, aspectos a empeorar la situación epidemiológica”, concluyó.