Milwaukee (EE.UU.), 20 jul (EFE).- Un Giannis Antetokounmpo para la historia, con 50 puntos y 14 rebotes, lideró este martes a los Milwaukee Bucks, que derrotaron a los Phoenix Suns en el sexto partido de las Finales (105-98) para llevarse el título de la NBA (4-2).
Antetokounmpo fue el héroe de la noche (16 de 25 en tiros, 17 de 19 en libres) y se coronó además con un indiscutible premio al MVP de las Finales.
El griego fue el alma y corazón de unos Bucks que consiguieron su primer anillo en cincuenta años, ya que hasta ahora su único título era el de 1971 con Kareem Abdul-Jabbar y Oscar Robertson al frente.
En medio de un extraordinario ambiente en Milwaukee (EE.UU.), con miles de personas siguiendo el encuentro en los alrededores de un Fiserv Forum a reventar, los Bucks culminaron la proeza de ganar cuatro partidos seguidos tras empezar las Finales con un 0-2 en contra.
Estos Bucks son el quinto equipo en la historia en darle la vuelta a un 0-2 en la lucha por el anillo y cumplieron con el grito de guerra de sus fans en las Finales: «Bucks in Six» («Los Bucks ganan en seis partidos»).
El sexto duelo se decidió en un desenlace muy apretado (77-77 tras el tercer cuarto) en el que el aplomo de Khris Middleton fue providencial.
La descomunal actuación de Antetokounmpo y el dominio local en el rebote (53 frente a 37) fueron demasiado para unos Suns que, además, padecieron la peor actuación y en el peor momento de Devin Booker (19 puntos, con 8 de 22 en tiros, y 6 pérdidas).
Chris Paul, que a sus 36 años jugaba sus primeras Finales, fue el principal referente de los Suns con 26 puntos y 5 asistencias.
NERVIOS Y RACHAS
Un taponazo de Giannis Antetokounmpo y un contraataque del griego abrieron el partido a lo grande para los Bucks, pero muy pronto se vio que los nervios se iban a adueñar del encuentro.
Muñecas atenazadas, piernas torpes y temblores en cada jugada.
Los errores en el tiro y las pérdidas de balón (7 para los Bucks en el primer cuarto, 5 para los Suns) se amontonaban en un comienzo marcado por la afilada exigencia de un partido a vida o muerte (6-5 a falta de 6.51).
Khris Middleton fue el primero en abrir la lata con 7 puntos seguidos (18-11 con 3.10 por jugarse).
La agobiante defensa de los Bucks, con Jrue Holiday como capitán del esfuerzo, fundió a unos Suns en los que ni Devin Booker ni Chris Paul daban señales de vida (5 puntos entre los dos en el primer cuarto).
Pasados los titubeos iniciales, Antetokounmpo plantó su bandera en la zona, trituró a un blando Deandre Ayton y acabó el primer cuarto con 10 puntos y 6 rebotes para lanzar a los suyos (29-16).
Cameron Payne, de lo poco aprovechable de los Suns en los primeros doce minutos, aportó oxígeno a los de Phoenix (EE.UU.) en el segundo cuarto.
Consagrado como el desatascador oficial de los Suns, Payne encabezó un robusto parcial de 0-10 con el que los visitantes enmudecieron al Fiserv Forum (29-26 con 8.47 en el reloj).
Bobby Portis, un absoluto héroe local, trató de revertir la peligrosa tendencia del segundo cuarto.
Sin embargo, los Suns se habían apoderado del timón del partido con una sólida defensa de ayudas que cerraba el paso a Antetokounmpo y que la espesa circulación local no lograba descifrar.
Además, Paul comenzó a entonarse desde la media distancia para darle la vuelta al encuentro (33-35 a falta de 4.50).
Los Bucks se hundían sin remedio en un cuarto en el que nada funcionó excepto Antetokounmpo (17 puntos al descanso), mientras que Paul, sin aspavientos pero sin dudas, impulsó a los visitantes al descanso (42-47).
Los Bucks presentaron un espantoso 3 de 17 en triples en la primera mitad pero respiraron al ver los penosos 4 puntos de Booker en los dos primeros cuartos.
APISONADORA GRIEGA
Solo hubo un rey en la reanudación: Antetokounmpo.
Totalmente imparable (incluso enchufó un triple), el griego anotó 12 puntos en menos de cinco minutos para recuperar la ventaja de los Bucks (58-55 con 7.27 en el reloj).
A los Suns les habían birlado el botín del segundo cuarto, pero no iban a dejar escapar el encuentro fácilmente: un triple de Jae Crowder con adicional fue una respuesta idónea tras el tiempo muerto.
Los de Milwaukee necesitaban algo extra y lo encontraron sorprendentemente en Brook López, desafortunado hasta entonces pero que regaló un mate fantástico sobre Ayton (71-69 con 3.08 por jugarse).
Frente a ellos, Paul seguía tirando del carro y Booker se activó con 11 puntos, suficiente para equilibrar el duelo (77-77) pese al enorme tercer cuarto de Antetokounmpo con 20 puntos.
La temporada se iba a decidir en doce minutos al borde del abismo y ahí empezó el intercambio de golpes.
A un voluntarioso Bobby Portis le respondía la novedad de Frank Kaminsky, y a un triple de Jrue Holiday le contestaba Chris Paul con un dos más uno (84-82 con 9.45 por jugarse).
Era el momento de las estrellas y Antetokounmpo no se cortó: puso dos tapones a Booker y continuó martilleando la pintura (94-90 a falta de 4.50).
En el instante de la verdad, Middleton dio un paso al frente con una canasta a falta de 57 segundos (102-96) que Booker no pudo contrarrestar desde el triple y que puso fin a una sequía de cincuenta años sin título de los Bucks.