El Presidente Donald Trump, tal vez sea el mandatario estadounidense más controversial, criticada duramente durante su gestión, tal vez el que más detractores tuviera incluso antes de iniciar su gobierno constitucional. Pero dejemos que sea Clío quien nos devele la verdad sobre este mandatario ¿guerrerista o pacifista?
Lo primero que debemos destacar es que Donald Trump impuso una frase que marca su gestión “USA no debe ser el policía del mundo”. Justamente por ello es el primer mandatario estadounidense desde 1980 que no inicia guerra alguna en su primer mandato, contrariamente a lo que todos sus predecesores como Ronald Reagan, George Bush, Bill Clinton, George W. Bush y el “laureado” Nobel de la Paz Barack Obama.
En adición a ello, también ha empleado su gobierno para apartar a USA de conflictos bélicos en el Medio Oriente, hecho que llevó a la abrupta renuncia de su Secretario de Defensa el General retirado James Mattis en el 2018 luego del anuncio del retiro de las tropas estadounidenses de Siria. A este acto le siguen y en medio de la pandemia del virus chino, el acuerdo de marzo de 2020 donde USA retirará del suelo afgano sus tropas en 14 meses y más tarde en junio el anuncio de la reducción de su ya pequeño contingente en Iraq a menos de 3.000 hombres.
Pero la administración de Trump no se limitó a cerrar guerras ya iniciadas anteriormente o reducir sus efectivos en combate en el exterior, sino que elevó más la apuesta, lo que significa sentar las bases para una paz más sólida y perdurable en el históricamente conflictivo Medio Oriente.
En esa tónica, la semana pasada en la propia Casa Blanca el Presidente Trump junto con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu logró la histórica firma de un acuerdo de paz y relaciones diplomáticas entre Israel y Emiratos Árabes Unidos más Bahréin. La significación de este Acuerdo de Paz trasciende lo meramente diplomático entre los 3 pueblos con casi casi medio siglo de distanciamiento luego del fin de la guerra del Yom Kippur en 1973, conflicto donde todo el mundo área marchó con el único propósito del liquidar el Estado judío.
Ya para cerrar, vale señalar que, si bien es cierto, con este reciente acuerdo se rompe el longevo aislamiento israelí con sus vecinos árabes, adicionalmente implica un claro debilitamiento a los factores más radicales y violentos de Medio Oriente, nos referimos a Irán y Palestina, fundamentalmente. Con ello, Trump sin lanzar una sola bola logra reducir la influencia de la hostil e islámica radical Irán en al sub-región.
