Rafael Filizzola Serra
Desde nuestro espacio político siempre estaremos de acuerdo con las políticas que favorezcan a los sectores más desaventajados y que ayuden a paliar sus necesidades. Un 25% de incremento puede parecer importante, pero tampoco para se puede presentar como un gran logro, sobre todo si se ponen las cifras en contexto.
Si promediamos el aumento del 25%, serían unos 40 mil guaraníes extra, la asignación subiría a 163 mil guaraníes mensuales en promedio. Valor que ni siquiera alcanza umbral para superar la pobreza (estimada en 316 mil guaraníes para las zonas rurales y 346 mil guaraníes para las zonas urbanas).
Se puede argumentar que el programa es un complemento y no un sustitutivo del ingreso laboral, en ese caso al mirar brecha de pobreza (es decir, la diferencia que le falta a una persona pobra para alcanzar la línea de pobreza), vemos que ni siquiera cubre la brecha que es 206 mil guaraníes.
Aún con estas limitaciones, es necesario subrayar que las transferencias directas (como Programa de Adultos Mayores y Tekopora) son las intervenciones fiscales que más inciden la reducción de la pobreza. Lo muestran las evaluaciones del INE y otras más. Por eso es que sostenemos que el monto de las asignaciones del programa no solo deben incrementarse, sino también expandirse en el número de familias.
Incluso, existe un trabajo realizado en 2017, de la cual participó la actual Jefa de Gabinete del Gobierno, que coincide con esa visión. Textualmente dice “la progresividad observada en las transferencias directas, como el Tekoporã, (…) sugiere que, de extenderse su cobertura e incrementando el monto de beneficios, podría potenciarse su rol de proteger a los más vulnerables”. Habría que preguntarle qué planes de expansión tienen para el efecto.
Desde el gobierno de la Alianza, de la cual tuve el honor de formar parte, hasta el día de hoy, la presión fiscal aumento en dos puntos y el PIB es casi el triple. No puede ser que estemos pagando 500 millones de dólares solo en intereses de la deuda y a este programa le destinemos apenas poco más de 60 millones de dólares. Por eso es que este anuncio de aumento no es más que cortina de humo para generar un impacto político político, sin incidencia real. Mientras se siga gastando millones de dólares para sostener la clientela política es difícil creer que existe un compromiso con los compatriotas que más necesitan.