El pasado 26 de diciembre, los barranquilleros, y el mundo, conocieron la monumental estatua en honor a Shakira. Los más de seis metros de la escultura, que no la dejan pasar desapercibida, son obra del artista Yino Márquez, que durante meses trabajó en el proyecto para rendirle homenaje a, tal vez, la hija más ilustre de La Arenosa. La inauguración de la estatua estuvo presidida por el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, y los padres de la barranquillera, William Mebarak y Nidia Ripoll.
Hasta ahí todo normal. Las fotos de la escultura se robaron la atención, pero un pequeño detalle empañó lo que debía ser una celebración a la cantante colombiana más importante de los últimos 30 años.
Sin embargo, hay gente que dice que las faltas de ortografía son como el mal aliento, como una mancha de vino en una camisa blanca, una mosca en la sopa, un pelo en la butifarra. De nada de esto se salvó la placa que acompaña a la estatua de Shakira, pues un pequeño error aguó la celebración en el Malecón del Río.
Fuente: Infobae