Por Juan Pablo Fernández Bogado
El episodio que marca el inicio de este año, con el deseo de que hubiese empezado con esperanza, optimismo y un mejor porvenir del año que nos dejó, nos golpea con la noticia de la descontratación de más de medio centenar de especialistas que han arriesgado su vida en medio de la pandemia y así empiezan su año nuevo con la desvinculación como símbolo de agradecimiento de parte de la dirección de IPS.
En pleno auge de la 2da ola de la pandemia, donde más se necesita de los médicos, los que exigen derechos y mejores condiciones laborales son silenciados por reclamar ser incluidos en concursos de nombramiento cuyo reglamento fue cambiado a último momento para dejar de lado la antigüedad de la residencia y tirar a la basura tantos años de entrega al servicio de los pacientes y del hospital. Esto solo confirma la desconexión, el destrato y la falta de visión en priorizar a su capital humano antes de focalizarse en contratos de insumos que le puedan generar réditos personales.
Políticos populistas que se embanderan en esta causa para la foto sin en realidad importarles solucionar de fondo estos problemas creando leyes para que estas arbitrariedades no se vuelvan a cometer y darle estabilidad real a sus colegas médicos es una más de las humoradas que solo a esta altura ya causan risas porque sabemos que sus intervenciones no sirven para nada.
Desde la caída de la dictadura pasando por estos más de 30 años de democracia nunca se ha tomado en serio la desprecarización laboral al interior de esto que llamamos Estado Paraguayo. Si tuviésemos un verdadero ministerio del trabajo, empleo y seguridad social deberían parar sus actividades y empezar el año planificando como hacer para que todos los funcionarios que no perciben el sueldo mínimo lo cobren por justicia social, a partir de ahí nos podremos empezar a llamar un Estado Social de Derecho.
Esto que pasó en IPS es una señal más de que la dictadura sigue entre nosotros. Es hora de que se termine cuanto antes que el que denuncia lo que está mal termine en la calle.
DICTADURA NUNCA MAS!