Una clínica veterinaria deberá pagar G. 30 millones más los costos del juicio al dueño de una perrita llamada Mía, luego de 11 años de litigio judicial. La mascota habría fallecido en dicha clínica por negligencia médica, al no realizar el control de un sangrado que sufrió.
En consecuencia, Juan Carlos Franco, dueño de Mía, detalló que la mascota sólo había asistido a la clínica veterinaria por un problema dental. “A mi perrita le llevamos a la veterinaria porque tenía un problema de sarro, la veterinaria nos dijo que le sacaron tres dientes y que debía quedarse internada, como es una clínica, le dejé ahí”, sostuvo a través de un contacto con la Radio Monumental 1080 AM.
Por otro lado, agregó que “al llegar a la clínica ella estaba en una jaula, lleno de sangre, hasta en el ano, sangró por todos lados. Me dice que posiblemente tenía leishmaniasis oculta, pero mi perra era muy sana, siempre le cuidamos al máximo”.
“Estamos muy emocionados. Se comprobó que la muerte fue a raíz de que no controlaron el sangrado que sufrió”, alegó Juan Carlos Franco tras la resolución de la Corte.