La opción de migrar o abandonar cualquier país se da porque las condiciones presentes en casa no responden bien a las necesidades particulares, de la familia o la comunidad. Muchas personas migran por cualquier motivo con la esperanza de vivir bien y volver sanos y vivos a casa. Mil millones de seres humanos hoy viven fuera de los países donde nacieron. Desafortunadamente ocurren cosas negativas en el proceso como el caso de los guatemaltecos que tuvieron que volver a su país desde México y que fallecieron en un incendio.
Los titulares de periódicos cuentan la historia como: “Llegan a Guatemala los cuerpos de 17 migrantes muertos en un incendio en México”.
Con una breve ceremonia, familiares y funcionarios de Guatemala recibieron el martes pasado en una base militar aérea de la capital los cuerpos de 17 de 19 migrantes guatemaltecos que murieron por un incendio en un centro de detención en México, una tragedia que dejó 40 muertos.
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Un triste episodio en la lista de acontecimientos y que son factores recurrentes para los miles que se lanzan para pasar la frontera seca entre México y EEUU. Muchos de ellos deben sortear grandes riesgos de perder la vida en el proceso. Desde los coyotes que hacen pasar a los migrantes y que están relacionados con los carteles de las drogas, Sus vecinos guatemaltecos son víctimas recurrentes en el tren de la muerte y ahora el incendio que devoró la vida de decenas. Una gran pena no analizar las causas que llevan a que muchos desafíen a la muerte buscando mejores horizontes afuera que no encuentran en sus países.
