En medio de los encuentros sexuales, los hombres pueden llegar a dividirse en dos grupos: quienes pertenecen al de los penes de sangre y aquellos que van al de penes de carne. De este modo, en términos de placer, ellos se diferencian por dos tipos de penes.
Los penes de sangre se caracterizan por poseer grandes y elásticas paredes cavernosas, las cuales se expanden al momento de la excitación, debido a que se llenan de sangre. Aquellos que poseen este tipo de miembro pueden llegar incluso a duplicar o triplicar el tamaño de su genital.
Por otra parte, se encuentran los penes de carne, que poseen particularidades diferentes, como paredes cavernosas más estrechas, lo cual no permite un cambio drástico del tamaño durante la excitación. Básicamente se ven del mismo tamaño en estado flácido o en erección.
En ese sentido, la sexóloga, conferencista y orientadora profesional, Eirelyn Gómez Arcia, aclaró que pese a esa diferencia al momento de la erección, no se puede mencionar que algún pene tenga ventaja sobre otro. Ambos grupos pueden llegar a poseer erecciones sanas y duraderas; todo siempre dependerá de los hábitos cotidianos de cada individuo.
Eirelyn Gómez Arcia
Quienes poseen un pene de sangre pueden llegar a aparentar un tamaño “muy pequeño” cuando su aparato genital se encuentra en estado normal, pero esto no debe confundirse con la microfalosomia, que consiste en el estado diminuto del pene incluso durante su erección. Por su parte, los de carne pueden resultar grandes, aunque se encuentren en un estado normal, pues no necesitan estar erectos para ello.
PARA ESTIMULAR EL PENE
Teniendo en cuenta que ambos grupos de penes no guardan diferencias en torno al placer que puedan llegar a sentir, existen 4 formas básicas en las cuales un miembro masculino puede ser estimulado de manera manual.
Una de ellas consiste en utilizar las manos como “arropando” el pene, pero llenarlas de lubricante para luego bajarlas y subirlas con movimientos rítmicos y repetitivos de arriba hacia abajo.
Otra manera de hacerlo muy fogoso y satisfactorio es deslizando la mano por el pene, desde el glande hasta la base, para luego soltarlo al estar por llegar al final; esto puede ser repetido las veces que fueran necesarias hasta notar expresiones y sensaciones completamente diferentes en tu pareja.
Por otra parte, usando tres dedos: el pulgar, el índice y el dedo del medio, se puede sostener y estimular el pene, mientras que con los dedos anular y meñique entran en contacto con los testículos, acariciándolos al momento de la masturbación. Ocasionalmente se podría pasar el pulgar por el glande para un placer extra.
Otra recomendación consiste en hacer un placentero uso del pulgar, pues con el mismo se enfocarás en estimular únicamente el frenillo, mientras que con la otra mano libre exploras toda la zona del perineo de manera suave. Un placer extra es agregar lubricante para una mayor posibilidad de movimiento o bien tu saliva para hacerlo aún más excitante para tu pareja.
ORALES EXPLOSIVOS
La felación es otra técnica muy placentera de brindar placer a tu pareja, por eso a continuación te facilitamos algunas técnicas para hacer de tus orales ofrecidos, mucho más explosivos. Uno de ellos consiste en la torre de babel, que consiste en ascender en forma de escalera de caracol durante el oral. La idea es lograrlo hasta culminar la tarea con movimientos circulares en dirección oblicua con la punta de la lengua.
En muchas ocasiones puede llegar a resultar compleja la técnica, así que debe ser practicada de manera reiterativa; igualmente se debe aclarar que los penes con un grosor más diminuto serán más accesibles. Otra técnica novedosa en medio del oral es sacar provecho de tu paladar.
El objetivo es llevar el glande hasta la parte más suave del paladar y luego “pincharlo” con la lengua y en lugar de mover tu cabeza, muevas tu lengua hacia adelante y atrás. De ese modo, la parte áspera estará frotando el frenillo, generando sensaciones completamente diferenciadas en el hombre, hasta el punto de un placer muy elevado.
CONSEJOS AL MOMENTO DEL ORAL
1. No vayas directo al pene, sin más, un poco de juego previo y dejar a tu pareja con un poco de ganas puede llegar a ser esencial para el placer elevado.
2. Tratá de usar más tu lengua, debes moverla sin ningún tipo de límites por todo el pene, en esencial en la punta.
3. No debés centrarte de manera exclusiva en el pene, si a él le gusta, podés llegar a lamer o incluso chupar ligeramente sus testículos.
