La ambientalista y férrea activista por los derechos de las mujeres, Rafaela Guanes de Laíno, se candidata ahora al Senado por el PLRA con el sueño de realizar grandes transformaciones sociales.
Rafaela Guanes de Laíno, politóloga de larga trayectoria, identificó la necesidad urgente de renovar la política nacional y decidió candidatarse al Senado por el Partido Liberal, luego de acompañar por años la lucha de su esposo Domingo Laíno,
férreo opositor al régimen stronista.
¿Qué le motivó a candidatarse como senadora?
En este momento hay unos inmensos desafíos para las mujeres. Nosotras peleamos mucho por la equidad de género y mi partido aprobó la paridad en la última convención. Este es
un éxito que te interpela. Trabajé tanto por esto y cómo no voy a dar ese paso al frente en la participación. Además, percibí una desconexión enorme entre
las inquietudes del pueblo y la clase política. Cambiar esto me motiva.
Luchó contra la dictadura. ¿Cómo ve la democracia?
Ahora ya no vemos policías en cada esquina y la justicia electoral no está
en manos de tres únicas personas. Este tipo de cambios se hizo en democracia, pero las asignaturas pendientes están en el ámbito social, en las demandas del pueblo. Eso está absolutamente pendiente. En eso se tiene que trabajar ahora e ir haciendo las transformaciones necesarias, dentro de un proceso con mucha más celeridad. Como decían las feministas, por el camino del poco a poco se llega al valle del nunca jamás. Por eso, estoy enfocando mi campaña escuchando a la gente.
¿Qué error ve en la democracia?
En este país ni siquiera hemos dado un paso mínimo hacia la democracia que es la alternabilidad, que es una condición de la democracia. Esto no se ha cumplido todavía.
Hubo un periodo corto que no terminó, pero eso no es alternancia. Hace más de 10 años que volvimos otra vez al mismo esquema teníamos por 30 o 40 años atrás. Vayamos teniendo en cuenta la realidad de la gente y en paralelo estudiar los grandes problemas y realizar las transformaciones que la estructura requiere.
¿Qué reformas haría?
El combate a la corrupción, que se ha instalado desde hace décadas definitivamente ha dejado su impronta en su manera de proceder. Cuando hablo de la corrupción me refiero a la gravedad, porque ya ha permeado en muchos niveles y debe ser erradicado. La gente tiene que entender que ese no es el camino, porque está deteriorando el tejido social
de la nación. Lo primero que tenemos que presentar es gente honesta.
¿Qué genera la corrupción?
Cada techo de escuela que se cae, cada hospital sin medicamentos. Todos
esos familiares que están poniendo carpas para poder acompañar a sus seres queridos son el resultado del dinero que se fue al bolsillo de poca gente. La corrupción es asesina y
está provocando diversos conflictos sociales. Por este motivo, debe ser una tarea prioritaria su erradicación.
¿Cómo lograr la igualdad?
Es de personas inteligentes entender que esa igualdad que existe en la Constitución no se aplica en la realidad. Una de las cosas que he aprendido es que en el papel hay todo y en la realidad no hay nada. Parece que algunos son más iguales que otros. Esa es la realidad.
La igualdad de oportunidades no existe. Una de las cosas que hay que hacer en ese sentido es comenzar la reforma educativa por el sector primario.
La igualdad es clave, ¿cómo hay que trabajar en ella?
Si no existe una justicia tributaria, cómo el Estado va garantizar la atención para los que hoy están esperando en los hospitales. Una vez que se logré esto, también se van a poder
garantizar, por ejemplo, el acceso a la educación. Es un imperativo moral entender que no hay ninguna otra forma de lograrlo. Si no se cuentan con los recursos, cómo se van garantizar estas cuestiones fundamentales.
¿Cómo ve los subsidios?
Muchísima gente que eleva su voz de indignación ante cualquier propuesta
de apoyo que pueda tener el Estado ante situaciones de emergencia a la agricultura tan castigada. Subsidios no. Luego, los primeros en acudir a pedir subsidios cuando tienen problemas con sus empresas son ellos. Cuánta gente ha recibido subsidios. Cuándo el Estado va a apoyar a sectores vulnerables, se rasgan las vestiduras. Eso nos es justo.
¿Cómo realizar reformas?
El tema con el Estado obliga a un debate serio. Es hora de atender las necesidades de la gente y acabar con esa desconexión que existe entre las inquietudes ciudadanas y la clase política. Eso está absolutamente pendiente. Se tiene que trabajar ahora e ir haciendo las transformaciones necesarias, dentro de un proceso con mucha más celeridad.
