Como salida de una pura escena de películas policiales, este miércoles quedó expuesta en desmedida la fragilidad y permeabilidad de la Justicia e instituciones en Paraguay, cuando el líder del Comando Vermelho, Jorge Teófilo Samudio González, alias “Samura”, escapó en medio de una balacera en la Costanera Norte de Asunción.
Luego de la extraña justificación de inasistencia a la Audiencia Preliminar por parte de la agente fiscal Zully Figueredo, de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico, y solicitando la fijación de una nueva fecha, “Samura” fue trasladado nuevamente desde Asunción. Camino al penal de Emboscada, no se imaginaban que el nombre de su destino ya presagiaba el desenlace de aquella tarde.
Un grupo criminal salió al paso del vehículo y atacaron a los agentes de la Policía Nacional, donde resultó muerto el comisario Félix Ferrari, subjefe de la Comisaría 1° Metropolitana. Hoy, las investigaciones se extienden, inclusive, a los guardias que trasladaban al jefe narco, a la endeble seguridad desplegada, a los agentes fiscales involucrados y a una evidente complicidad por parte de funcionarios penitenciarios, según los investigadores.
INVESTIGACIÓN
¿Por qué no habían medidas máximas seguridad para el traslado de un reo de alta peligrosidad? ¿Por qué quedó suspendida la Audiencia Preliminar? Son algunas de las interrogantes que ordenó investigar la fiscal General del Estado, Sandra Quiñonez, disponiendo la apertura de un sumario administrativo anteayer a la agente Figueredo.
Ayer, la fiscal General, a través de su Twitter sentenció: “He resuelto desvincular a la agente fiscal Zully Figueredo de la Unidad Especializada de Lucha contra el Narcotráfico y reasignarla a la fiscalía ordinaria zonal de Luque”, en tanto dure la investigación. Esto, se dio luego de conversar con el presidente de la Corte, Eugenio Jiménez, quien confirmó que la audiencia no se realizó por pedido de Figueredo, mientras “Samura” ya se encontraba en el Palacio de Justicia.
Respecto a la complicidad penitenciaria, ayer se constató mediante el circuito cerrado del Palacio que efectivamente fue un guardiacárcel quien proveyó de un aparato celular sigilosamente al recluso, mientras este se encontraba en la zona de control del sitio, descartando así la participación directa de algún funcionario judicial.
Finalmente, en horas de la tarde de ayer, el Ministerio Público ordenó la detención preventiva del director del Penal de Emboscada, Juan Carlos Irala, quien deberá ser puesto a disposición de la Unidad fiscal interviniente; a este se suman 8 guardiacárceles que ya se encuentran retenidos.
La detención se dio por no haber cumplido con el protocolo de seguridad establecido para el transporte de criminales con características de alta peligrosidad; a esto último se suma el hallazgo de una Mitsubishi, modelo Triton, sin chapas, que fue abandonada en la zona de Zeballos Cue, utilizada presuntamente en la fuga de “Samura”.