La participación de las empresas Rovella Carranza y Alya S.A. en recientes procesos de licitación en Paraguay ha generado inquietud en sectores vinculados a la transparencia y a la gestión de recursos públicos.
Rovella Carranza, firma de origen argentino, cuenta con un historial de adjudicaciones millonarias en su país que han sido objeto de cuestionamientos vinculados al manejo de fondos y la ejecución de proyectos. En paralelo, Alya S.A., una empresa paraguaya de menor trayectoria en comparación con otros jugadores del rubro, ha despertado dudas respecto a su capacidad operativa para ejecutar obras de gran envergadura.
Si bien no existen impedimentos legales para la participación de ambas compañías, la preocupación radica en los antecedentes de cumplimiento y en los posibles riesgos de que proyectos estratégicos para la infraestructura nacional queden en manos de firmas con cuestionamientos o con limitada capacidad técnica.
El escenario abre el debate sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de evaluación en los procesos licitatorios, de manera a priorizar no solo la oferta económica, sino también la experiencia comprobada y la transparencia de los oferentes.
La discusión adquiere relevancia considerando que las obras públicas representan una inversión clave para la economía nacional y constituyen un factor determinante en la competitividad y el desarrollo del país.
Periodista Senior