Estados Unidos se ha convertido en el centro de la pandemia en el mundo, siendo el país con mayor número de muertes por la enfermedad. Más de 22.100 fallecimientos y 558.000 casos diagnosticados, según datos de la Universidad Johns Hopkins, mucho más que países como Italia o España, los más afectados después de China, donde apareció el virus.
Gustavo Esmeil es un paraguayo que desde Nueva York contó a este diario cómo se está viviendo la pandemia hoy.
“Yo vivo en Queens, que es el corazón de Nueva York, y actualmente el foco principal de la pandemia, debido a la gran afluencia de personas de diferentes culturas que conviven entre sí. Actualmente se puede decir que todos cumplen con las medidas de aislamiento dictadas por el gobierno, comenzamos con un asilamiento parcial y estamos en aislamiento total”, mencionó Esmeil.
Agregó que la mayoría de los emigrantes como él trabajan mayormente en el servicio gastronómico, en la construcción, en casas de familias, y todos esos rubros están parados.
“Recibimos mensajes del gobierno que nos orientan a quedarnos en casa y las personas toman conciencia. Al comienzo no tomaban muy en serio el tema de la pandemia, pero ahora el gobernador dictó una orden que cualquier persona que esté en la calle sin tapabocas será multado con US$ 500”.
Resaltó que supermercados y farmacias sí continúan abiertos, y parques y lugares de esparcimientos donde las personas no respetaban y se iban en grupo o se agarraban de la mano, hoy están cerrados.
“El mayor desafío al que se enfrenta el país es intentar controlar la pandemia, ya que la cifra de contagiados es superior a la de otras naciones, esto es algo que se dejó venir porque no se tomaron las medidas adecuadas al comienzo. Por ejemplo, dejaron abiertos los aeropuertos, hasta la fecha siguen abiertos, pero los aviones llegan vacíos, además existe un gran problema con los respiradores, ya que no cuentan con cantidad suficiente para atender a la comunidad neoyorquina. El gobierno no creyó que esto se les pudiera salir de las manos”, relató Esmeil.
Desde el pasado 9 de abril se comenzó a aplanar la curva de contagios y no se recibe tanta gente infectada, pero aun así las personas están manteniendo la rigurosa cuarentena.
Finalmente, envió un mensaje en estos tiempos tan difíciles. “Hay que quedarse en casa, lastimosamente la crisis afecta a todos económicamente, y muchas cosas cambiarán en la rutina cotidiana, pero hay que tener paciencia, únicamente el distanciamiento social ayudará a que no se propague más el virus hasta que se encuentre la vacuna para curarlo, soy partidario de que hay que quedase en casa”, concluyó el paraguayo.