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Paraguay frente a las guerrillas: EPP y ACA

El reciente secuestro por parte del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que terminó con el lamentable asesinato del capturado, Jorge Ríos, ha reavivado en el país un complejo debate sobre la seguridad y el papel de la Fuerza Pública del Estado frente a los grupos guerrilleros existentes en el país, como el EPP y la Asociación Campesina Armada (ACA).

En ese sentido, voy a partir de las declaraciones del Ministro del Interior Arnaldo Giuzzio que hiciera cuando fue entrevista por Carmiña Masi en una radio local. Dos elementos destacaremos de esa breve conversación. La primera, según Giuzzio: “hay un pedido expreso de la familia que la Policía no tome intervención (…) operativamente hay un alejamiento de la Policía”, más adelante agregó: “… toda la presencia policial dentro de la prudencia (…) la familia te pide que no intervengas, los criminales lo mismo”.

Lo que observamos allí es la penosa admisión por parte de un alto funcionario, que el Estado es incapaz de cumplir con su tarea fundamental, brindar seguridad a sus ciudadanos, deber que por cierto está consagrado en el artículo 175 de la Carta Magna de 1992. Es decir, a pedido tanto de la familia de la víctima como de los grupos criminales, la Policía Nacional no emprende inmediatamente un operativo de búsqueda y captura de los secuestradores, esto constituye la claudicación del Estado y la Fuerza Pública ante el crimen organizado, lo que resulta poderosamente alarmante y peligroso.

Segundo, se le preguntó al Ministro Guizzio sobre su llamado a presentación de los irregulares, a lo que respondió: “… de acuerdo a la proyección que uno ve, es que estos grupos quieren y pretenden formalizarse usando un poco la ruta que usó la FARC en Colombia, ¿verdad? Yo te digo que es casi imposible hablar de eso hoy en Paraguay (…) el EPP quiere seguir esa misma dirección, ¿verdad? Entonces el mensaje es que, no podemos hablar absolutamente de eso, hasta que haya una presentación de armas, que se entreguen, ¿verdad? haya un proceso.

Discursivamente, allí hay una doble articulación, es decir, su respuesta fue enormemente contradictoria cuando se refirió a un posible proceso de diálogo con el EPP al estilo o formato de Colombia con las FARC. Primero dijo “casi imposible”, luego lo condicionó hasta una eventual “presentación de armas”.

En crudo, estas desastrosas declaraciones del titular del Interior paraguayo evidencian la falta de claridad y desconcierto total no sólo del Ministro Guizzio, sino del Ejecutivo Nacional, sobre la manera de abordar la amenaza a la paz y la seguridad interna que constituyen estos grupos guerrilleros, por lo que infelizmente la ciudadanía está técnicamente desolada y abandonada a la suerte de las mafias y el crimen organizado. Hecho que no cambiaría con una paz como la de Colombia con las FARC, pues, ésta fue un verdadero fraude, tal como se los comenté en mi artículo la semana pasada.

Nahem Reyes
Nahem Reyes
Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello e investigador asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela

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