Destacado por el creciente nivel de inseguridad, la ciudadanía se une bajo un hartazgo generalizado para exigir al unísono un mejor manejo institucional ante el narcotráfico y el crimen organizado que se va instalando en todos los estamentos sociopolíticos. ¿Será que las autoridades se harán eco de los gritos del pueblo o les parecerá otro episodio “habitual” del día a día?
Fuente: nodal.com
Un masivo llamado de participación se hizo viral para que las personas acudiesen a una manifestación organizada en inmediaciones de Mburuvicha Róga. Las protestas iban dirigidas esencialmente al reclamo por la posible suba de los precios del pasaje, la situación de la salud pública, así como el pedido de justicia por el asesinato a la influencer Vita Aranda.
De acuerdo a las declaraciones de Rebeca González, la ciudadana que organizó la movilización desde el hartazgo por la falta de reacción ante las debilidades institucionales del país,
“La motivación radica en el hartazgo a que las autoridades metan sus manos en nuestros bolsillos. Mi cansancio inicial comenzó por la suba del combustible, ya que con mi familia tengo una agencia de delivery; luego como una gota que colmó el vaso se desarrolló el asesinato de Vita y me di cuenta de que ya no podemos quedarnos de brazos cruzados”, sentenció la joven.
Para la organizadora de la manifestación resulta muy preocupante que empiece a morir gente debido a las organizaciones criminales; en ese sentido, indicó que lo ocurrido el domingo fue en un festival, pero próximamente puede tocar a cualquiera en un bar, restaurante, siendo así un país que nadie quiere para sus hijos.
HISTORIAS DE LUCHA SOCIAL
De acuerdo al senador por el partido del Frente Guasu, Jorge Querey con la movilización social llevada a cabo ayer se debe realizar un análisis para determinar los puntos críticos para frenar los casos de sicariato e iniciar una batalla para derrotar la penetración de la mafia, el narcotráfico y todos los grupos criminales que inciden sobre las instituciones del Estado.
Senador Jorge Querey
“Algo que debe empezar a discutirse es que no se puede lograr ningún tipo de avance sin una ciudadanía movilizada y un cambio político”, aseveró Querey, añadiendo que el objetivo debe ser atacar con fuerza los “truncos” del Estado.
En ese sentido, puntualizó que entre reivindicaciones estudiantiles, sindicales, indígenas y campesinas se destaca la realidad del país, aunque dichas movilizaciones sean desarrolladas de manera incipiente.
“Nuestra historia está relacionada con la lucha social en la calle, pero de muchísimos casos habremos obtenido solo dos o tres puntos. Con el paso del tiempo podremos decir que estamos en igual o peor situación”, expresó.
De ese modo, se refirió que al poseer leyes bien planteadas o presentar denuncias concretas que posteriormente son cajoneadas, solo se puede hablar de un factor determinante como la influencia: desde el poder se gestiona la impunidad y esto implica que el poder político debe ser cambiado.
Por ello, para el parlamentario, toda ciudadanía que lucha por alguna reivindicación social, primero ante la corrupción de la propia institucionalidad del Estado y luego ante el sector privado vinculado a organizaciones criminales, se genera un punto de inflexión más aún con todo lo que atravesó la ciudadanía con los constantes casos de sicariato.
“¿Después de esto qué viene? La extorsión y el cobro de seguridad a las empresas e individuos y posteriormente, cuando el Estado ya no cumpla a las organizaciones criminales, se podrían dar casos de magnicidio”, comentó el senador para ejemplificar la sucesión de hechos que se observaron en países que fueron víctimas de redes mafiosas.
Por ello, para generar un verdadero cambio, Querey dijo que las luchas ciudadanas serán determinantes durante este tiempo para vislumbrar en un futuro el logro de alguna evolución política. “Tenemos un largo camino para empeorar si no hacemos un cambio drástico. Lamentablemente tengo pocas expectativas no solo en este gobierno, sino también en las facciones que se encuentran dentro del partido del gobierno”, puntualizó.
Por su parte, la politóloga, Rocío Duarte, señaló que las movilizaciones sociales como las registradas ayer son esenciales para que la ciudadanía demuestre ante sus gobernantes que resulta insostenible los hechos que se están viviendo.
Politóloga Rocío Duarte
“Esto afectó particularmente a los asuncenos, quienes sintieron muy de cerca lo que es el crimen organizado, el cual se destaca como un fenómeno distinto a la inseguridad habitual.
Sin embargo, la marcha tuvo un valor más simbólico porque responde a una cuestión coyuntural”, remarcó la analista.
Lo mismo estuvo enfocado a las diferencias que posee Paraguay en comparación con otros países de la región por el recelo a participar de las marchas porque las mismas cargan un estigma social y político heredado por la dictadura que caracteriza a los manifestantes como haraganes.
Por ello, según Duarte, en nuestro país no podemos pretender lograr la misma aglutinación civil que se observa en marchas como las de Chile o de Brasil, quienes habitualmente son vistos como referentes en cuanto a las reivindicaciones sociales.
“Lo que falta es identificar los mecanismos que unen el descontento político y social con el ejercicio del poder político. Debemos determinar cómo en otros países se logran cambios electorales como consecuencia de marchas masivas, pues aún no se comprenden dichos mecanismos en el país cuando deberían ser más analizados”, puntualizó Duarte.
