El gobernador de Central, Hugo Javier ha terminado siendo despedido por sus propios padres, con los cuales había estado administrando, es un decir esta palabra, durante un cierto tiempo un lugar para el que no se encontraba preparado.
El mensaje también es para los outsiders, que dicen que “yo puedo hacer todo aquello que los políticos no han venido haciendo”.
Estamos buscando alternativas y opciones sostenidas sólo en la popularidad de un personaje, pero sin conocimiento en nada de lo que significa la administración de la Cosa Pública y muy cercano a los niveles de corrupción.
Hemos tenido el caso de Mario Ferreiro en la intendencia azucena, y ahora a otro de su misma línea, Hugo Javier, un locutor cachaquero, que sus pares han dicho que ya no puede continuar como gobernador, ni en espera, y por lo tanto lo han declarado cesante.
Esta es una historia más que vamos a padecer mientras no sepamos elegir correctamente los ciudadanos, y en donde no canalicemos nuestra bronca con el sistema político establecido hacia opciones que realmente sirvan de alternativa, de capacidad de gestión y, por sobre todo, de mucha honestidad.