Los grandes temas mundiales pasan por el cambio climático, las crisis económicas sino también por lo que esto genera cómo la migración y el movimiento de personas en búsqueda de paz, desarrollo y posibilidades que no son encontrados en su país. Las expulsiones por causas políticas también hacen parte ahora de esos grandes temas como el caso de Nicaragua.
América Latina es uno de las latitudes desde donde muchas personas han migrado para tener mejores condiciones de vida que sus hogares no presentan cómo las deseadas o necesarias para tener estabilidad y futuro seguro y feliz para todos.
El Gobierno de Daniel Ortega ha expulsado a más de 300 personas y despojado de su nacionalidad tras declararlos «traidores a la patria». Estos expulsados han tenido buena respuesta de Chile y Argentina que les han ofrecido ciudadanía. Los Gobiernos de Argentina y Chile informaron este martes que ofrecen la nacionalidad a las más de 300 personas opositoras expatriadas en Nicaragua, entre las que se encuentran los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli. «El Gobierno de Chile arbitrará los medios legales necesarios para ofrecerles la debida protección internacional, que les permita residir en el país y obtener la nacionalidad chilena” dijeron sus autoridades.
Chile es el país de la región que ha condenado con más contundencia el régimen liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo. Y toda crítica está acompañada de una acción coherente, por esto es que el nicaragüense ahora puede cambiarse a ser argentino o chileno por las puertas que en sudamérica están abiertas a las personas que encuentren problemas en sus países.
Chile el mas corajudo
«La historia de nuestro país nos ha enseñado que la defensa de la democracia y los derechos humanos, y la solidaridad internacional entre los pueblos, trascienden las coyunturas políticas y forman parte de estándares civilizatorios esenciales para la vida en sociedad», concluyó el Gobierno de Gabriel Boric en un comunicado.
El Gobierno argentino de Alberto Fernández afirmó también que está en condiciones de otorgar la ciudadanía argentina a cualquiera de las personas nicaragüenses que han sido privadas de su nacionalidad por la Administración de Ortega que hasta el momento no se ha destacado por dar paz, felicidad ni progreso a su población sino que ha traído la misma dictadura de Somoza contra la que se había levantado alguna vez.
Una forma triste de quedarse sin población cualificada un país que debe tener las condiciones básicas y necesarias para que el habitante no tenga problemas con su salud, seguridad o finanzas por los motivos que sean y más si estos son de índole política que es posible moldear sus demandas para que lo emigración no sea una opción que sea el deseado por la población de ningún país. Por ninguna razón sea económica o política.