América del Norte no se trata solo de los EE.UU o Canadá sino también de México, país que el domingo ha elegido a su nueva administración, con detalles que valen la pena destacar. Claudia Sheinbaum, la reciente primera mandataria de este país es la primera mujer presidenta judía del país con una de las poblaciones católicas más grandes del mundo. Hablamos de una nación de 127.5 millones de habitantes que afortunadamente no tiene la misma cantidad de problemas, más si las mismas demandas porque cada habitante tendrá complicaciones que resolver con la ayuda de un estado eficaz.
Uno que debe destacarse por servir bien al ciudadano que lo sostiene con sus contribuciones y no solo en México sino en cualquier país sino todo aquel que como México haya pasado por elecciones justas para tener ahora su administradora que estudió Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM. Ella es miembro fundador del partido Morena. Fue jefa de Gobierno de Ciudad de México entre el 5 de diciembre de 2018 y el 16 de junio de 2023.
Ahora le tocará administrar a su país hasta el 2030. Haciéndose cargo de revertir las malas condiciones de vida de algunas personas, que quizá la habran elegido por haber encontrado en ella la seguridad de tener una administradora que tenga la valentía y capacidad de hacer frente a varias amenazas que tiene México cómo la pobreza, el narcotráfico, la desigualdad, la corrupción.
Y una serie de dilemas que requiere de la participación de todo mexicano en el país y el mundo para lograr encontrar soluciones a los dilemas que tienen y afecta o afectaría a todos si no logran unirse y empujar entre todos la “carreta país” que tienen cómo desafío de ahora en más. Cerrando un capítulo más en la institución presidencial con Andres Manuel Lopez Obrador que según algunos medios que tenemos en la red deja a su país con “menos pobres y más deudas”.
Grandes retos enfrente
Algo que tocará a la dama que desde ahora en adelante presidirá el país del tequila, taco y otras creaciones gastronómicas que lograron conquistar paladares del mundo, uno al que desde ahora en más tendrá un nuevo nombre y figura que atender al dirigirse u observar a la gestión de la política mexicana.
Una que debe no solo deberá atenderse a sí misma sino al mandante principal que es el ciudadano, servirlo de acuerdo a sus condiciones de vida, acomodandole lo básico y primordial para que este tenga satisfechas sus necesidades que lo ayuden a moverse, trabajar, estudiar o hacer lo que esté en su agenda en orden.
Algunos medios deciden nombrarla cómo “una científica climática con conciencia social”. Un sentido que vale mucho para cualquier empleado público, desde una persona encargada de hacer ordenanzas hasta el presidente, ministro, gobernador o intendente del lugar al que le toque administrar. La candidata presidencial del partido de izquierda Morena obtuvo casi el 60% de los votos, frente a casi el 30% de su oponente de derecha, Xóchitl Gálvez.
Según los últimos datos publicados por la ONU México posee millones de migrantes que estudian, trabajan o viven en un país al que nos parecemos mucho por nuestra forma de ser, y por dicho motivo nos acomodamos rápido a sus entornos sociales, que nos pueden construir o destruir de acuerdo a las características del círculo que frecuentemos y las intenciones que tengamos al estar allí.
Esta dama promete sobre todo “un gobierno honesto”, algo que puede tomarse cómo crítica a gobiernos anteriores que no se han portado tan honestos para con el ciudadano. Veremos como le va en el sexenio que se inicia próximamente.
