La historia política de República Dominicana tiene un gran capítulo que arranca en 1930 y se agota en 1961. Bajo “la era Trujillo”, este país, que comparte con Haití la isla La Española, estuvo en manos de Rafael Leónidas Trujillo, ya sea como presidente efectivo o por interpósita persona. Lo de presidente es un mero formalismo semántico, ya que Trujillo fue el prototipo latinoamericano del dictador brutal y despiadado que reinó persiguiendo opositores, cancelando libertades y violando los derechos humanos en todas las formas posibles. Cualquier muerte violenta, aún la más atroz, era presentada como un accidente. En el Centro Nacional de Registro de Víctimas, Torturados y Desaparecidos del Museo de la Resistencia se llevan contabilizadas y comprobadas alrededor de 50.000 muertes a manos de la “democracia sin comunismo” de Trujillo.
Entre esas víctimas hay tres con sitial propio: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que en 1959 alentaron la conspiración para derrocar al dictador que llevaba 29 años en el poder. Ese fue el comienzo del largo calvario que debieron sufrir las hermanas, presas una y otra vez, torturadas en una cárcel particularmente tenebrosa llamada La Cuarenta, “símbolo de los sitios bárbaros, bestiales e inmundos de que se sirvió la tiranía para arrancarles las confesiones a quienes, olvidando la suerte que les esperaba, arrostraban el terror para romper las cadenas que oprimían a nuestra sufrida Patria”, según relata Tomás Báez Díaz, historiador y diplomático dominicano, en su libro-documento “En las garras del terror”.
Patria, Minerva y María Teresa conocieron varias veces ese infierno. Nunca pudieron escapar al radar del Servicio de Inteligencia Militar, elegante título para la repulsiva policía política de Trujillo. Siguieron activando en el clandestino Movimiento Revolucionario 14 de Junio que se levantó en armas contra la dictadura. Pero ninguna de ellas vería el final de Trujillo, asesinado en una emboscada el 30 de mayo de 1961. Poco antes, el 25 de noviembre de 1960, Patria, Minerva y María Teresa, conocidas como Las Mirabal o Las Mariposas, fueron apresadas luego de visitar a sus esposos presos y muertas en un canallesco ritual de violencia cavernícola.
Por eso el 25 de noviembre fue elegido como el día internacional contra la violencia en la mujer.
Por eso.