EFE
Las devastadoras inundaciones que viene registrando la provincia sudafricana de KwaZulu-Natal (en el este del país) desde el lunes acumulan ya 340 víctimas mortales, con previsión de que la cifra aún aumente, mientras continúan las tareas de emergencia en la zona, que fue declarada en estado de desastre.
Las lluvias dieron este jueves una tregua a la región, pero se espera que las precipitaciones regresen a partir de mañana, con lo que los equipos de emergencia trabajaban hoy a contrarreloj para dar refugio a los miles de afectados, buscar a las decenas de desaparecidos y prevenir mayores daños en las golpeadas infraestructuras y viviendas.
Se revela que también las fuertes lluvias destrozaron miles de casas, carreteras y puentes en Durban, gran puerto africano y epicentro de este drama. Las autoridades se enfrentaban a un gran flujo de cadáveres en las morgues.
“Nuestro pueblo está herido. Es una catástrofe de proporciones enormes”, declaró el jefe de Estado Cyril Ramaphosa, en Durban.
Las lluvias más intensas en más de 60 años han dejado un paisaje de destrucción, con puentes derrumbados, deslizamientos de tierra y carreteras sumergidas en torno a la ciudad portuaria de Durban, primera urbe de KZN, en el este.