No está extraído de una ficción sino ya es real que el aumento humano con partes robóticas del cuerpo está a la mano, dicen los científicos. Si usted perdió la mano, el brazo o las piernas en algún accidente eso ya tiene una respuesta positiva para las personas que deseen volver a tener sus miembros funcionando para sí mismo o para la función dedicada antes de haberlos perdido.
Ya es una realidad que se podrían diseñar piezas adicionales, desde un pulgar hasta un brazo, para ayudar a aumentar nuestras capacidades. o para recuperar el volver a tener lo perdido en accidentes.
Hay muchas ocasiones en las que un par de brazos adicionales serían útiles como para atender niños, cocinar u operar a un paciente para estos casos la medicina y robótica se unen para responder a demandas de personas que tengan muchas responsabilidades y solo cuentan con dos ojos, orejas y brazos y que con lo que existe y no existe intentan cumplir con lo que se les pide. Asi ya se podría se podrían diseñar y aplicar partes robóticas adicionales del cuerpo para aumentar nuestras capacidades.
Tamar Makin, profesora de neurociencia cognitiva en la unidad de cognición y cerebro MRC de la Universidad de Cambridge, dijo que el enfoque podría aumentar la productividad por la rápida y efectiva respuesta que pueden tener estas extremidades robóticas aplicadas al cuerpo humano. “Si desea un brazo adicional mientras cocina en la cocina para poder revolver la sopa mientras corta las verduras, ya es posible que tenga la opción de usar y controlar de forma independiente un brazo robótico adicional”.
Aunque parezca ficción hoy día ya es una realidad poder añadir “prótesis” robóticas a seres humanos.
Una gran ayuda para muchos
Un cirujano traumatólogo dice; “[De alrededor de] 600 personas entre las edades de tres y 97 años, el 98% podría usarlo en el primer minuto, lo que significa que ya podían mover objetos según las instrucciones”, dijo Makin. “No puedo imaginar un chip cerebral que pueda hacer eso”. Más ya es una realidad y pronto tendríamos la sorpresa de volver a ver parado al amigo que quedó en silla de ruedas por haber quedado paraplegico por haberse golpeado la columna vertebral o haber perdido sus piernas, brazos o dedos en condiciones desagradables.
Aunque parezca un cuento infantil o para entretener a las personas que gustan de la ficción espacial o robótica, no hay excusas para quedarse quieto con cara larga, frustrado y apenado por su condición de discapacidad. La esperanza no es solo un sentimiento o sensación que nos empuje a intentar trabajar, escribir, comer, bañarse o trabajar con lo que existe sino ya es una verdad el poder hacernos de partes robóticas para volver a estar cómo o mejor que antes de nuestros accidentes.
Imagino que a cambio de gigantescos costos que no estarán en la posibilidad del mundo que busca volver a comer, bañarse o interactuar socialmente cómo lo hacía antes de quedar con la ayuda de terceros para lograr levantar una cuchara, cortar un pedazo de carne o escribir lo que sea donde sea. Ahora la robótica nos da una mano y eso es un gran avance que vale la pena celebrarlo. Veremos cuando llega hasta nosotros.