Hace un par de años los sustitutos de comidas convencionales empezaron a hacerse más conocidos a raíz del boom vegano que despliega una opción diferente a lo que estamos acostumbramos. Sin embargo, para reemplazar cualquier nutriente o proteína es necesario el asesoramiento de un profesional de modo a evitar futuras deficiencias de alguna vitamina o proteína.
El nutricionista Cristhian Román hizo una comparación entre la leche de vaca de las vegetales. “Hay que diferenciar la leche que es un producto de glándulas mamarias y las mal llamadas leche de almendra o coco que tienen consistencia y color parecidas pero en realidad no son leches, son más bien jugos”, explicó.
La leche de almendra se puede elaborar de manera casera con un puñado de los frutos secos, un poco de miel, agua y una pizca de sal. Pero también se puede conseguir productos importados en supermercados y tiendas veganas.
“Algunas personas optan por esto por ser vegetarianos o porque quieren otra opción de origen vegetal pero no podemos comparar uno con otro porque la leche es única en cuanto a sus componentes vitamínicos”, señaló Román.
Las leches vegetales poseen agregados como minerales y vitaminas pero la relación entre las proteínas e hidratos de carbono es mucho menor al de la leche de vaca, recalcó el nutricionista.
OPCIÓN PARA INTOLERANTES
En caso de ser intolerante a la lactosa, el nutricionista indicó que hoy existe todo tipo de derivados lácteos que no contienen lactosa, pero, según el experto, no es conveniente reemplazar el consumo de lácteos con jugos vegetales suponiendo que tendrán el mismo componente proteico. “Hay que hacerlo todo bajo asesoramiento nutricional, hoy en día mucha gente opta por ese tipo de alimento sin consultar y sin tener en cuenta que pueden llegar a generar alguna carencia” añadió. Y continuó que para reemplazar la leche se debería complementar con algún derivado lácteo.
Rescató que las leches vegetales no tienen nada negativo, “tiene bastante nutrientes pero no todos los que tienen, por ejemplo, la leche de vaca”, continuó.
Refirió que otro punto en contra de las leches vegetales es su elevado precio porque la materia prima es importada, eso encarece su elaboración. “Incluso hacerla en casa resulta costoso porque en nuestro mercado los frutos secos son caros”, señaló. Siguió que “Si es por moda nomás hay que tener mucho cuidado de no consumirlos porque no tiene todos los nutrientes que puede llegar a tener la leche”, puntualizó.
BENEFICIOS DE LA “LECHE”
No todo es negativo respecto a la leche de almendra, sacando de lado que muchas veces las fábricas optan por incluir agregados para conservar por más tiempo el producto, el producto en sí, sin conservantes ni aditivos puede aportar vitamina E, D y A, omega 6, zinc y calcio entre otros beneficios.
Posee menos calorías que la leche de vaca al ser un producto 100% vegetal. Una opción ideal para aquellos intolerantes a la lactosa. Así también mejora los niveles del colesterol bueno (HDL) y reduce el colesterol malo y triglicéridos. Además, por contener un alto contenido de fibra ayuda a combatir los problemas gastrointestinales.
Está a elección de cada uno consumir este tipo de opciones vegetales por gusto o por cuestiones de salud pero ante cualquier cambio en la alimentación siempre es importante consultarlo con un profesional para elegir los sustitutos adecuados.
“Las leches vegetales tienen consistencia y color parecidas pero en realidad no son leches, son más bien jugos”, Cristhian Román, nutricionista.