La vista es uno de nuestros sentidos más importantes cómo la audición y el sentido del tacto. A través del mirar podemos identificar nuestros espacios, amenazas o atractivos que existan en los mismos, comunicar mensajes que no hagamos oralmente, que debemos volver a practicarlo para no perder esta habilidad que se encuentra amenazada por lo que veamos, mostremos y no escuchemos o digamos. Se ha hallado que “la pupila sería un indicador del efecto de la actividad física en el cerebro”.
Un estudio realizado por investigadores japoneses ha demostrado que incluso una actividad física ligera tiene efectos positivos en las funciones ejecutivas, siendo el tamaño de las pupilas un indicador.
Moverse es bueno para el cerebro. Para analizar su funcionamiento, un equipo de investigadores japoneses del Instituto de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad de Tsukuba (Japón) se centró en el tamaño de la pupila. La misma se encuentra en la parte central del iris, y es el punto circular negro en el centro del ojo. Que puede comunicar mucho más que el placer de estar, haber visto o escuchado algo lindo para uno y hasta hablar de nuestro estado cerebral que no solo es evaluado por lo que respondamos o transmitidos oralmente a cuestionamientos recibidos.
Ejercitar para vivir
Los investigadores demostraron que el ejercicio, incluso de ligera intensidad, tiene efectos positivos sobre las funciones ejecutivas, son necesarias para acostumbrarse a una nueva situación, que permiten, entre otras cosas, planificar acciones. Para que nos sirvan y no perjudiquen nuestra integridad.
Con órganos que deben funcionar bien y no ser disfuncionales para lo que deseemos iniciar, desarrollar o terminar viendo, escuchando, hablando, oliendo o sintiendo si nuestras funciones son bien ocupadas y no dañadas por su importante utilidad en nuestra vida para absorber o transmitir información que tengamos en nuestra mente que pueden servir para nuestro empleo, estudios y hasta nuestro estado de salud.
Ciertamente para que pueda seguir en buen estado no sólo al comer bien en calidad y cantidad o mover nuestro cuerpo sin extremar los ejercicios que tienen mayor incidencia en nuestro cuerpo no solo por la cantidad o velocidad de veces la práctica de un ejercicio sino por el simple hecho de tener activo una parte de nuestra consistencia. Todo finalmente puede servir para lucir bien, digerir bien lo consumido o pensar adecuadamente nuestras ideas.