El 28 de junio se celebra el Día Internacional del Orgullo LGBTQI+. El origen de esta festividad proviene de Estados Unidos, donde se conmemora anualmente el disturbio de Stonewall, que tuvo lugar en Nueva York en 1969. Esta fue la primera vez que el colectivo se organizó para acabar contra las persecuciones y la discriminación estatal.
A partir de 1970, muchas ciudades como Nueva York y Los Ángeles se sumaron a estas marchas y, con el paso del tiempo, esta conmemoración se fue extendiendo a nivel internacional hasta Paraguay, donde el colectivo sigue luchando para acabar con la discriminación y garantizar así el acceso igualitario a derechos básicos como la educación y el trabajo.
EL MIEDO, LA PRINCIPAL BARRERA
Tras más de cinco años de haber culminado la carrera de derecho en la Universidad Nacional del Este y realizar diversos trámites legales, la joven Kimberly Ayala venía exigiendo a la Corte Suprema de Justicia que le tomase juramento y le permitiera la matriculación como abogada, derecho que le negaban a consecuencia de la discriminación por su identidad de género.
Con el apoyo de organizaciones como la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay y Amnistía Internacional, la joven juró en noviembre del 2020, convirtiéndose en la primera mujer transgénero en realizar dicho procedimiento para certificarse como abogada.
La discriminación por su identidad de género a la hora de jurar como abogada fue solo uno de los obstáculo que debió enfrentar la profesional a lo largo de su vida. En este sentido, Kimberly Ayala recordó que su proceso de transición fue bastante complejo a raíz de diversas barreras como, por ejemplo, el miedo a ser juzgada por la identidad que iba a asumir.
“Superar ese miedo a ser juzgada por parte de la sociedad fue el primer obstáculo que tuve que sobrepasar. Tuve que tener un reflexión interna y madurar esa idea de que iba a transmitir una nueva imagen de mi persona y finalmente tomar el coraje y la determinación para poder hacerlo y asumirlo con valentía ante toda una sociedad”.
A su vez, Ayala lamentó la falta de respuesta estatal a las necesidades de las mujeres trans, que se ven obligadas a dedicarse al trabajo sexual para “sobrevivir”. “Esto pasa justamente por todo el estigma y la discriminación que existe”, indicó.
Por este motivo, la abogada remarcó la necesidad de garantizar el cumplimiento de la legislación contra toda forma de discriminación, establecida en la Constitución Nacional.
“Por esta ley tenemos que empezar, ya que no solo ampara a la comunidad LGBTQI+, sino a toda persona que de alguna manera se sienta discriminada por motivos raciales, económicos o físicos. Se debe penar la discriminación como delito”, sostuvo.
Finalmente, la joven recalcó que la población debe entender que la diversidad existe y tiene que ser respetada. “Todos somos diferentes, ninguno de los seres humanos es igual. Lo único que buscamos con esto es que realmente las diferencias sean respetadas. La única forma de lograr esto es a través de una ley, que es la legislación contra toda forma de discriminación”, concluyó.
ACEPTACIÓN Y RESPETO
Diversas referentes como Kendal Hirschfeld (“La Comadre”) se convirtieron en “influencers” de las redes sociales al difundir contenido cómico y de interés, mientras promueven el respeto a la diversidad y luchan contra la discriminación a la colectividad LGBTQI+. Al igual que la artista, la bailarina Gio Soria también incursionó en el mundo de las redes, ganándose rápidamente la simpatía de los internautas.
Como referente de la lucha por los derechos de la comunidad, la influencer solicitó más empatía, principalmente entre los miembros del colectivo.
“Todos vivimos la desigualdad y la discriminación que pasas por ser una persona que tiene gustos diferentes. Apoyémonos entre todos”, recalcó.
Finalmente, Gio Soria enfatizó en la necesidad de “amarse a uno mismo”.
“Tener un gusto diferente no te hace mala persona. Debemos aceptar y respetar a los demás”, concluyó.