La JCI es una escuela de líderes y organización no gubernamental que contribuye a solucionar problemas sociales. Entre las aptitudes que dotan a sus integrantes se destacan los valores como la empatía.
Además de habilidades como trabajar en equipo, liderazgo, oratoria, realización de proyectos sociales con impacto, conocimiento de las entidades gubernamentales y no gubernamentales con las que se pueden establecer alianzas.
En nuestro país están presentes en ocho (8) ciudades; Encarnación, San Lorenzo, Asunción, Caaguazú, Salto del Guairá, Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Coronel Oviedo. Además están en negociaciones avanzadas para la expansión en dos localidades más como Villarrica y Santaní.
Sus integrantes resaltan la formación que reciben en la organización.
María Belén Cáceres es la actual tesorera de la JC Encarnación. Resaltó que en las actividades de formación de líderes, todos los integrantes pueden organizar un equipo y liderar.
“Por ejemplo puede llegar a ser organizadora y maestra de ceremonias en muchos eventos. Así te das a conocer y perder esa timidez. Toda esta experiencia podemos aplicarla en nuestra vida diaria y profesional”, expresó.
La organización busca crear cambios positivos en la comunidad. Lo hace mediante la formación de sus integrantes. Ya que estos, al aprender nuevas herramientas contribuyen a sus familias y su comunidad.
Cáceres está en la organización desde hace cinco años. Ella estuvo a cargo de varias direcciones en todo este tiempo.
“La JCI te lleva mucho a eventos protocolares. Esto implica la organización. Aprendes muchas cosas para realizar un evento a la altura”, expresó.
En su experiencia personal, la organización la dotó de la herramienta para explayarse en público. Algo muy importante en su rol universitario como en el ámbito laboral.
“Hacemos muchos viajes para convenciones. Reuniones internacionales porque la JCI está en todo el mundo. Esto te da contactos con gente de otras nacionalidades y culturas. Esa interacción es una de las herramientas más importantes”, subrayó.
VOLUNTARIADO
Fulvia González, prosecretaria de la JCI Encarnación está hace tres años en la organización. Rememoró que decidió incursionar porque le llamó la atención el trabajo que realizan. Además, cuando investigó, encontró a personas conocidas.
“Me encantó el trabajo de voluntariado que realizan. Implica dar. Son múltiples los proyectos. Siempre tratando de dar respuestas positivas a problemáticas sociales”, expresó.
Los chicos que forman parte de este grupo, llevan adelante sus estudios y actividades laborales a la par que forman parte del JCI. Sin embargo, allí aprenden a cómo equilibrar estas diversas responsabilidades.
“Instó a las personas que se involucren en organizaciones como la JCI. Te forman como persona. Ya que te dotan de esa sensibilidad social para responder problemáticas”, expresó.
SIN REELECCIONES
Rubén Valenzuela es el presidente inmediato anterior de la JCI (fue presidente el año pasado y su función es aconsejar al presidente actual). Destacó que en la organización se pueden cometer equivocaciones. Pero al final todo sirve para aprender muchas herramientas muy útiles en la política.
“Otro detalle a tener en cuenta es que no se puede repetir ningún cargo. Además hay que tener tres cargos durante tres años como mínimo para candidatarte a presidente”, explicó.
Cabe destacar que la organización brinda un año para hacer mandatos y un año para aprender. Pero los primeros no pueden pedir reelecciones.
Valenzuela actualmente de 29 años, hace seis incursionó en la JCI. Actualmente es abogado y escribano. Al igual que sus compañeras que le precedieron, resaltó que lo aprendido le ayudó en su desempeño universitario como laboral.
