Por Benjamín Fernández Bogado
Cuando se decidió construir la represa más grande del mundo, Itaipú entre Paraguay y Brasil, la idea era poner fin a un conflicto de límites entre ambos países en la zona fronteriza de los Saltos del Guaira.
Otras ideas fueron abastecer de energía el desarrollo industrial del Brasil, sostener una economía paraguaya autoritaria de notables limitaciones en su corrupción e ineficiencia. Brasil ocupó militarmente territorio del Paraguay y obligó al gobierno de Stroessner a negociar bajo sus términos.
Se Podría decir que Itaipú fue consecuencia directa de un chantaje y extorsión del Brasil para forzar a Paraguay a desarrollar un proyecto energético de conveniencia fundamental para el Brasil.
Pero hasta ahí Itaipú solo fue un pacto para evitar el conflicto de límites entre un país grande y otro pequeño en población y territorio.
Sin embargo, el costo inicial de la presa no superaba los dos mil millones de dólares. Terminó costando US$ 22 mil millones.
Los bancos brasileños proveyeron de recursos financieros al Paraguay lo que avala la versión popular y política en el Brasil de que el Paraguay “solo puso las aguas del rio represado”
Aquí parece con claridad el verdadero negocio de Itaipú que tiene que ser lo que es el petróleo en Noruega y el gas en Qatar para nosotros, la base de un fondo exclusivamente orientado hacia el desarrollo del país.
Paraguay puede recibir casi dos mil millones de dólares anuales pero los viejos diseñadores del plan financiero quieren que nos endeudemos por 10 mil millones para volver a la normalidad pre pandemia que ya sabemos a dónde nos llevó.
Solo Alemania, la quinta economía del mundo, plantea para dentro de 15 años el uso del 100% de energía renovable basada en el viento y el sol. Ahora llegaron al 50%, cada alemán será su propio Itaipú con paneles solares usando su energía generada y distribuida en redes lo que le sobra generándole ingresos.
En este momento esta ya es una realidad cada vez más desarrollada. Paraguay no desarrolló una sola idea en torno al uso de la energía producida al punto que recién casi a sus 40 años de finalización de las obras comenzaron las tareas de traer la energía generada por líneas de transmisión cercanas a los puntos de mayor consumo.
Las variables del mundo pos pandémico puede ayudarnos a ese propósito pero para eso debemos saber lo que somos, saber lo que queremos y saber hacia dónde queremos ir.