Desarrollándose ayer el tercer encuentro del ciclo “Diálogo con la prensa”, propulsado por la Itaipu Binacional junto con la ANDE, el enfoque central del encuentro estuvo centrado en exponer los diversos avances comenzados por ambas instituciones y los planes e inversiones a llevarse a cabo de manera paulatina.
Itaipu tiene previstas inversiones por un valor estimado de US$ 347 millones en el marco de la cooperación con la ANDE, para el fortalecimiento del sector eléctrico paraguayo. En este punto, dos convenios ya fueron firmados: uno para la adquisición de 2.000 transformadores y modernización de las líneas de distribución (2018) y el otro para fortalecer el sistema eléctrico nacional interconectado a Itaipu (2021).
Como parte de su eje estratégico, desde la hidroeléctrica se apunta a incrementar la infraestructura eléctrica necesaria para disponer toda la energía que corresponde al Paraguay. La cooperación fue solicitada a la Binacional, teniendo en cuenta que la ANDE requiere de mejoras en tecnología e infraestructura de las redes eléctricas.
Con respecto a la negociación del “Anexo C” del tratado de Itaipu, el presidente de la binacional, Manuel Cáceres, destacó que las negociaciones siguen en pie, pero se están vislumbrando acuerdos, en los cuales Paraguay siempre buscará mantener su posición con respecto a los precios tarifarios convenientes para el país.
PLANES E INVERSIONES
En promedio la ANDE ha ejecutado US$ 50 millones y solo este año invirtió US$ 270 millones en obras previstas, siendo la meta final la ejecución de US$ 300 millones para seguir con el mantenimiento de los objetivos de la institución.
Por otra parte, en cuanto a las infraestructuras desarrolladas por la ANDE, invirtiendo US$ 100 millones en dos lotes y con dos líneas de transmisión, se encuentra la construcción de la Subestación Iguazú, con 500 kv y está programada para entrar en ejecución en diciembre del 2022; esta es la obra más importante de la ANDE.
La capacidad actual de la hidroeléctrica es de 4.465 MW y con la entrada de operación de la obra Iguazú, se planea el repunte de la capacidad a 8.895 MW, constituyendo esto un avance muy importante para atender la demanda en los próximos 10 años del sistema interconectado a nivel nacional, brindando la posibilidad de elevar la capacidad a 11.110 MW.
Luego, con una inversión de US$ 19 millones, se encuentra la construcción e interconexión de la Subestación Santa Rita, la cual representa otra obra clave y entraría en operación el año que viene si las cosas se desarrollan en orden o en 2023
Así también, se encuentra la Subestación Villa Elisa, con una inversión de US$ 8,2 millones, que ya podría entrar en operación a finales de este año. La misma permitirá aliviar varias subestaciones vecinas a Villa Elisa.
DISTRIBUCIÓN
En cuanto a los principales proyectos de distribución de la ANDE, para el mejoramiento del sistema de distribución de energía eléctrica en el área metropolitana, cambiando conductores desnudos por otros más protegidos, se estima una inversión de US$ 274 millones.
La fase 1 ya se encuentra con un 71% de ejecución, mientras la fase 2 aún está en un proceso de licitación, esta etapa involucra la parte interior del país, con la misma ya se prevé el 80% de los conductores desnudos, completamente protegidos.
Por otra parte, una planificación prevista está enfocada en mayores contratos, materiales y obras de autoayuda, con una inversión de US$ 586 millones a ser distribuida en todos los departamentos del país en un lapso de tres años.
Todo esto siempre centrado en optimizar a nivel paulatino el sistema eléctrico del país. En este sentido, en 10 años se buscará contar con un mayor cambio en cuanto a la distribución, sin dejar de mencionar la infraestructura, que contará con un impacto innegable de acuerdo a los técnicos profesionales.
Estas inversiones de Itaipu posibilitarán la adquisición de un sistema de gestión comercial y la adecuación de infraestructuras de transmisión y distribución de la ANDE, de modo a garantizar la continuidad, confiabilidad y mejora del servicio a los usuarios, con el objetivo de acompañar con eficiencia el incremento de la demanda del mercado eléctrico paraguayo, contando con un importante crecimiento económico y poblacional.
