Una comitiva fiscal encabezada por el agente de la Unidad Especializada de Delitos Ambientales, Andrés Arriola, fue hasta una propiedad perteneciente a la comunidad nativa Totobiegosode de la etnia Ayoreo, ubicada en el departamento de Alto Paraguay, a los efectos de investigar la denuncia de supuesta deforestación masiva e ilegal en la zona.
El mencionado fiscal estuvo acompañado por el asistente Ismael Bogado y el técnico ambiental del Ministerio Público, Derlis Álvarez, quienes verificaron la denuncia realizada por la comunidad de Ayoreos quienes recordaron que sus tierras son territorio cautelado Resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y que, parte del establecimiento que está siendo ocupado y explotado por Julio César Sosa González.
En el lugar se pudo constatar gran cantidad de talas de árboles de la especie Palo Santo, limpieza llamativa de aproximadamente 300 hectáreas y quema de escolleras al borde una laguna de la zona, la cual es utilizada por la comunidad para su subsistencia. Asimismo, se informó y a la vez citó al denunciado para brindar declaración indagatoria en sede de la Fiscalía Especializada de Delitos Ambientales de Filadelfia.
COMUNIDAD NATIVA
La organización Survival señala que los indígenas ayoreo-totobiegosodes viven en el Chaco, una enorme extensión de monte que se extiende desde Paraguay hasta Bolivia y Argentina. Hay varios subgrupos diferentes de ayoreos. Los más aislados son los totobiegosodes (cuyo nombre significa “gentes del lugar de los cerdos salvajes”).
Desde 1969 muchos de ellos han sido expulsados de la selva, pero algunos todavía evitan cualquier contacto con foráneos.