Benjamín Fernández Bogado / Noticia Destacada
La población paraguaya ha sido urbanizada notablemente en los últimos años, 80% de la población de paraguayos vive hoy en zonas urbanas y solo un 20% en zonas rurales.
Pero existe una tendencia a creer que todavía el ámbito de la felicidad se encuentra en los territorios rurales y no en esta realidad urbana que tenemos que transformar, en la mayoría de los casos el crecimiento de nuestras urbes se dio de la mano de sectores marginales del interior que cargaron sobre nuestras ciudades y que hicieron reventar toda propuesta de respuesta en términos de salud, educación, trasporte y de otros tipos de servicios.
El Paraguay tendría que tener en la imagen, en el compromiso, en el discurso y en la acción de nuestros políticos una mirada mucho más urbana que la nostalgiosa forma de ver desde la ruralidad, cosas que ya no existen y que no pueden ser resueltas en ese territorio.
El proceso de urbanización es indetenible en nuestra república como ha ocurrido en otras partes del mundo y si no nos ponemos el compromiso de lograr hacer que más personas vivan en mejores condiciones de vida, en nuestras ciudades, es poco probable que nos alejemos de todo lo que trae consigo el no hacer las cosas en tiempo y en forma como criminalidad, marginalidad y pobreza.