El problema del acceso al agua potable es histórico en el Paraguay. Muchas comunidades se encuentran vulnerables y el problema se agrava por la poca inversión en el sector y la histórica sequía.
Sara Inés López, directora general del Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), comentó que el organismo se encarga de promover y construir sistemas de agua en poblaciones de hasta 10 mil habitantes.
Con ese modelo de gestión se construyeron más de 4.000 sistemas que operan y mantienen las Juntas de Saneamiento, unas organizaciones conformadas por vecinos de cada comunidad.
“Una de las características del sector rural es que prácticamente el 95% de los sistemas son abastecidos con pozos perforados profundos y con estas situaciones de sequía se deprimen las napas (capas de agua subterránea) y cada vez los cimientos de los pozos son menores. Como no hay mucha inversión en el sector, los recursos son escasos y es difícil continuar con una buena planificación y llegar a las comunidades con la celeridad que se necesita”, argumentó.
Continuó diciendo que este año están trabajando “como bomberos”, van dando respuesta en la medida de sus posibilidades, pero nada es suficiente porque los recursos son escasos en relación a la situación de necesidad que se vive tanto en zonas rurales como en las comunidades indígenas de la Región Oriental, en el Chaco.
La sequía vino a agravar la situación, se deprimen los pozos porque el caudal es menor y cada vez se necesita perforar nuevos pozos. También hay muchos asentamientos en Gran Asunción que carecen del servicio y los prestadores son débiles, no cobran tarifas adecuadas.
En cuanto al sector de agua urbana, que se provee por la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), se llegó al 60% de la cobertura a nivel de red, pero López dijo que como hay tantos prestadores, el problema radica en que la cobertura llega con la expansión y el crecimiento poblacional.
EL DESORDEN
Explicó que se necesita de una institución encargada del agua y saneamiento del Paraguay que planifique a corto y mediano plazo cómo llegar con el servicio, así como la generación de los recursos necesarios para no ir dando respuestas a demandas sin una base de planificación.
“Hay varias instituciones que construyen sistemas de agua como el Ministerio de Obras Públicas, Senasa, los municipios y gobernaciones, y existe un desorden que nos convendría ordenar y hacer el servicio con un plan”, señaló la ingeniera.
Finalmente, explicó que como cualquier ser humano que necesita de algo, los vecinos de las comunidades vulnerables si no reciben respuestas, se autogestionan.
Desde Senasa tratan de hacer alianzas con gobernaciones y municipios, van construyendo los sistemas y dando respuestas en la medida de las posibilidades.
“Queremos tratar de juntar las áreas prestacionales hacia prestadores más grandes y sostenibles desde el punto de vista financiero y calidad técnica. Estamos tratando de escuchar a pequeños prestadores y hacer uno más grande para que pueda expandir con sus recursos, tratar de que la junta de saneamiento se fortalezca y pueda hacer toda la micromedición porque sabemos que con esta, las tarifas son más justas, además de que garanticen la calidad”, concluyó la directiva de Senasa.
BENEFICIOS
Desde agosto de 2017 el proyecto “Y Kuaa” busca mejorar el acceso a agua potable de más de 30 mil personas y generar cambios de comportamientos claves en las comunidades respecto al agua, el saneamiento y la higiene, beneficiando así a 63 comunidades de 6 departamentos del país: Concepción, San Pedro, Guairá, Paraguarí, Caaguazú e Itapúa.
A través de esto más de 17 mil personas de 36 comunidades cuentan con sistemas de agua potable construidos por Senasa. El 57% del total de beneficiarios se lavan las manos con agua y jabón, una práctica más que imprescindible sobre todo en tiempos de pandemia.