El orgasmo femenino, cargado de altas dosis de placer, está marcado como el perfecto final de un encuentro sexual. Probablemente no exista un indicador tan satisfactorio como sentir el temblor entre tus piernas, ligeros espasmos corporales y, finalmente, el largo y tendido suspiro que indica tu llegada.
Sin embargo, el squirt, considerado como la eyaculación femenina, puede ser el toque final que necesitabas para tus momentos de placer. Este acto, que consiste en la expulsión de un líquido a través de la uretra, complementa el orgasmo de la mujer, ya que se produce con una gran estimulación del punto G, relajando toda la zona vaginal, lo que genera la salida del líquido.
De acuerdo a Abc.es, el squirt es un líquido transparente, inodoro, compuesto por urea y otros componentes similares a la orina que sale de la vejiga. Muchas mujeres nunca lo experimentaron y otras que lo hicieron lo relacionan erróneamente con un chorro de orina, siendo en verdad un índice de gran placer.
EL SQUIRT Y EL ORGASMO
De acuerdo a la psicóloga clínica y especialista en sexología, Teresa Galeano, el squirt puede llegar a ser sinónimo de orgasmos más profundos. Aunque no esté directamente ligado a ese, al verse toda la zona vaginal completamente estimulada, el consecuente efecto satisfactorio es la expulsión de ese líquido.
“También está relacionado con la posibilidad que la mujer explore su cuerpo y se permita conocer sus zonas erógenas, pudiendo alcanzar así un orgasmo más intenso”, explicó la licenciada.
Esto se debe a que la zona vaginal debe ser estimulada al máximo y, para ello, la exploración será esencial para descubrir qué movimientos pueden ser más satisfactorios y, a la par, contribuir a un squirt.
CÓMO PROVOCARLO
“Mediante una serie de técnicas y rutinas se puede aprender el arte de la eyaculación para elevar la intensidad del orgasmo”, indicó Galeano, aclarando también que, a pesar de designar similitud entre el squirt y eyaculación femenina, algunos investigadores señalan que son dos cosas diferentes.
Al respecto, la profesional aseguró que todas las mujeres tienen la capacidad de eyacular, pero pocas lo consiguen porque, para ello, es necesario estimular el punto G, la próstata femenina, donde no solo se esconde la posibilidad de tener intensos orgasmos, sino también de hacer el squirt.
“Por eso el primer paso para vivir esta experiencia es identificar el lugar donde está nuestro punto G. Una vez que lo encuentres, ha llegado el momento de estimularlo, para después buscar la posibilidad de un squirt”, señaló la licenciada.
Según Galeano, una vez que se introducen los dedos en la vagina, se debe masajear suavemente, disfrutando de la excitación, y luego se tiene que presionar un poco el punto G y soltarlo, probando las experiencias que te genera esta práctica, hasta que descubras la sensación más placentera.
“Cuando estimules tu punto G, debes hacerlo con ritmo, de la misma forma que te masturbas o practicas sexo. Cambia el ritmo, la forma de estimular y, al mismo tiempo, ejercita tus músculos pélvicos”, recomendó la especialista.
Para ejercitar la pelvis, se contrae y se suelta, como cuando al aguantar la orina. Si notás que estás llegando al orgasmo, retirá los dedos de tu vagina y empuja, allí notarás como un flujo va bajando por tu vagina y debes seguir empujando hasta que llegue la eyaculación.
Al lograr llevar a cabo este acto, sentirás un orgasmo completamente diferente y más fuerte, pero si de todas formas no lo conseguís, es solo cuestión de práctica. El squirt no se debe ver como un objetivo, sino como un paso diferente para conseguir un placer elevado.
PASOS PARA EL SQUIRT
– Si quieres provocar un squirt a tu pareja debes conseguir que se encuentre muy excitada.
– Los juegos preliminares y la penetración pueden ser los inicios perfectos para lograr la eyaculación femenina.
– Cuando sientas que se encuentra en un punto alto de excitación introduce tus dedos en la vagina hasta alcanzar su punto «G». Apóyate en la pared vaginal e inicia un movimiento circular hacia atrás.
– Apoya la palma de tu otra mano en la parte externa de la vagina, justo en el lugar que coincide con la parte que estás tocando, y presiónala, consiguiendo estimular interna y externamente la zona.
– Al sacar tus dedos, al momento en que venga el orgasmo, notarás el squirt que se viene.
