El pasado viernes, Mario Abdo Benítez, presidente de la República, anunciaba el alcance de la soberanía energética en Yacyretá. Es decir, poder utilizar el 50% de la energía que produce dicha central (1550 MW de los 3100 MW que produce). Ya que antes del viernes solo podíamos acceder Al 24% (750 MW).
Sin embargo, en la realidad nuestro país recién (estimativamente) podrá utilizar dichos recursos en junio del año que viene con la terminación de otras obras necesarias para el efecto.
Mercedes Canese, experta en energías y asesora del Frente Guasu, explica que sí bien se puede acceder a toda la energía que corresponde al país, esto es impracticable. Esto, debido a que la binacional carece de obras que permitan sincronizar la energía de Yacyretá con la de las otras dos represas (Acaray e Itaipú) para distribuirlo por igual en Paraguay.
La técnica explica que el problema ya data del año 1994, es decir de la construcción de la represa. El problema consiste en que en ese tiempo, el Paraguay no tenía las líneas de transmisiones con las que cuenta en la actualidad, por ello no podía utilizar la energía que le correspondía en su totalidad.
Por este motivo y con el fin de abaratar costos para la Argentina, el sistema que utilizaban ambos países para retirar la energía era el mismo y por consiguiente utilizaban la misma frecuencia.
El problema consiste en que la frecuenta de Acaray e Itaipú son distintas y se necesita de otras de infraestructura para poder sincronizar dichas fuentes de energía. Dichos trabajos recién estarán en junio del 2020 estimativamente, según anunció el Gobierno.
“Lo que se terminó ahora es la adecuación de barras. Aun no estamos sincronizados. Hoy estamos funcionando como dos sistemas aislados (Yacyretá por un lado, Acaray e Itaipú por el otro)”, explicó.
En caso de utilizar toda la energía que nos corresponde de Yacyretá sin contar aún con las obras de sincronización, nos exponemos a sobrecargas en subestaciones, como el incendio que estalló en la Subestación de San Lorenzo en 2016.
PERJUDICIAL ACUERDO
El Senado, hace unas semanas ratificaba el acuerdo Cartes –Macri. Por ello, ahora está en manos del Parlamento argentino nuestro devenir energético en lo relacionado a Yacyretá.
Este acuerdo lo que establece es que hasta el 2044, nuestro país se vea obligado a dar una preferencia en la venta de energía a la Argentina. Recordando que el vecino país paga 23 dólares el MW/H y el precio de mercado del mismo es de 100 MW/H. Es decir, esto representará una pérdida anual de US$ 500 millones en principio hasta el año más arriba mencionado.
Además de esto, se estableció una nueva deuda de US$ 4000 millones a ser saldadas hasta el 2044. Una deuda que debía quedar ya cumplida en 2014.
10 Millones de dólares fue el costo de las obras que permiten disponer del 50% de la energía de Yacyretá.
4000 Millones de dólares es la deuda actual que mantiene nuestro país con la Argentina por Yacyretá.
500 Millones de dólares anuales es el perjuicio que representará a nuestro país el acuerdo Cartes-Macri.
“Lo que se terminó ahora es la adecuación de barras. Aun no estamos sincronizados”. Mercedes Canese, experta en energías.
“El acuerdo Cartes – Macri nos deja en manos del Parlamento argentino la soberanía energética de Yacyretá”. Ricardo Canese, parlamentario del Mercosur (Frente Guasu).