El uso de criptomonedas para financiar programas terroristas está avanzando en sofisticación, según la empresa de investigación Chainalysis Inc., que ayuda a la policía a rastrear transacciones realizadas con divisas digitales.
En un caso, los terroristas recolectaron criptodonaciones avaluadas en decenas de miles de dólares en solo una campaña el año pasado, una forma mucho más rápida de recaudar fondos que los esfuerzos anteriores, dijo la firma con sede en Nueva York en un informe el viernes. También hizo mucho más difícil para los investigadores rastrear el movimiento de fondos que las campañas anteriores más simples, según Chainalysis.
Un esfuerzo anterior que comenzó en 2016 utilizó una sola dirección de bitcóins para las donaciones.
La campaña de las BEQ también publicó un video en su sitio web, donde enseñaba a las personas a donar de forma anónima; algo que los contribuyentes al terrorismo debían resolver por su cuenta en el pasado. Por ejemplo, las BEQ aconsejaron a las personas que donaran mientras usaban Wi-Fi público, para que las autoridades no pudieran rastrear la dirección IP de su computador. El resultado final fue que esta campaña en nueve meses recaudó más dinero y atrajo a más donantes que una campaña de 2016 realizada por otra organización que duró dos años.
“Simplemente hay mayor sofisticación”, dijo Kim Grauer, economista sénior de Chainalysis, en una entrevista telefónica. “Obviamente, este es un problema creciente de seguridad nacional que las agencias deben monitorear”.
Chainalysis descubrió que los intercambios de criptomonedas —desde Estados Unidos en ciertas ocasiones— han estado involucrados en complots de financiamiento del terrorismo. A pesar de que verifican a sus usuarios, representaron la mayor parte de los fondos que las BEQ recibieron el año pasado, según Chainalysis.
El Bitcóin fue creado y respaldado por personas que deseaban desarrollar una alternativa al sistema bancario tradicional. Sus primeros defensores eran mayormente libertarios que anhelaban tener la menor supervisión posible de sus asuntos por parte del gobierno.