Enfocados en las necesidades de protección de la comunidad médica ante la expansión del Covid-19 en el país, la Universidad Nacional de Asunción (UNA) por medio del FAB LAB CIDI de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA), desarrollaron un proyecto de granja de impresión 3D para la fabricación digital de protectores faciales.
Este laboratorio es el primero de su tipo en el país y es miembro de la red global de FAB LABs, reconocido por la Fab Foundation con sede en Boston (EE.UU.), además de formar parte de la red latinoamericana de FAB LABs.
El arquitecto Carlos Cristaldo, coordinador de la dirección de Investigación FADA UNA, comentó que en el laboratorio se usa tecnología como la impresión 3D o las máquinas de corte numérico para hacer prototipos y cualquier cosa que se diseñe en la computadora, se pueda fabricar.
“En el contexto de la crisis pensamos cómo ayudar a los profesionales de blanco y desarrollamos este proyecto como un aporte significativo para los profesionales de blanco. Estamos trabajando en dos niveles diferentes, en este mismo momento somos un proyecto voluntario, trabajamos con la impresora de la facultad y hemos recibido prestada varias impresoras de otros voluntarios. También estamos recibiendo insumos por donación como acetato para la parte que cubre el rostro del personal médico”, señaló el arquitecto.
Actualmente cuentan con 6 máquinas funcionando en paralelo con una capacidad para fabricar de 120 a 150 máscaras por semana, unas 600 al mes más o menos.
“Vamos a funcionar mientras haya necesidad. Evaluamos que la capacidad no es suficiente e hicimos un proyecto ante el Ministerio de Salud, presidencia y entidades de cooperación internacional, buscando apoyo para comprar más máquinas e insumos, apostamos a tener 50 de estas en el laboratorio”, refirió.
Por otra parte, se encuentran siguiendo las directrices que estableció el grupo de especialistas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el cual emitió sugerencias de qué hacer y cómo hacer. Recomendó la fabricación de 2 objetos, uno es este protector facial y el otro es una especie de cajita de acrílico que se pone alrededor del paciente que está en cama cuando se le entuba o para hacerle los estudios, y así proteger a los médicos.
“El equipo que construimos es simple, pero en combinación con una mascarilla quirúrgica y lenes, brinda un grado de protección razonable a los médicos”, concluyó Cristaldo.
