@jpferbo
Una de las cuestiones que se viene reclamando, con gran apoyo popular, en un debate público, a través de las redes sociales y la prensa, es la necesidad de reformar el estado ante la necesidad de encontrar los recursos para comprar camas de terapias intensivas, respiradores y materiales que se necesitaran cuando la pandemia del COVID-19 golpee fuertemente nuestro país.
Lo que hay que analizar es si no estamos desviando el foco de la atención en sumar un tema de reclamos, que no digo que no sea importante, pero debemos en estos momentos, poner toda nuestras energías y concentración en dotar al sistema de salud de equipos y capacidades bajo una estricta vigilancia de transparencia y rendición de cuentas de lo que se tiene y se está consiguiendo para la misma.
La reforma del estado se trató de hacer en su momento con el actual jefe de gabinete de MAB, el ministro de la Reforma con González Macchi: Juan Ernesto Villamayor, y los resultados que nunca se lograron todos sabemos están a la vista. Una vieja y conocida frase dice: “el camino al infierno está lleno de buenas intenciones”.
En castellano decimos que el infierno está empedrado de buenas intenciones para indicar que de nada sirven los buenos propósitos si no van acompañados de obras. 31 años de democracia y no tenemos una reforma del estado, ¿creen ustedes que este es el momento que de forma “divina” lo vamos a lograr? Eso se construye, si con presión ciudadana, en las redes en las calles, pero también con planificación, estrategia y objetivos definidos.
Con esto no digo que la reforma del estado no es urgente, es URGENTISIMA. Pero me parece que no debemos de distraer la atención en varios frentes cuando de salvar vidas de trata.
Ahora bien, la reforma es la prioridad real o dotar de camas, respiradores, equipos y mano de obra para cuando todo esto explote debe ser el enfoque?
En mi lista no puse comprar bolsas mortuorias… Dios permita que no nos hagan más falta.
Enfoquémonos!!!