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En el rescate de la masculinidad positiva

Lejos quedó aquella conquista del hombre a la mujer, cuando al pie de un balcón, las damas recibían serenatas, con dulces y románticas canciones, que alborotaban a todo el barrio.

Aquellos hombres enamorados, dedicaban poemas y guaranias, desde la calle, tantas canciones que hoy se recuerdan, como la guarania de «Serenata Triste» de Juan B. Mora (Letra y música), que empezaba con estas estrofas: «Está amaneciendo, amor de mi vida, y hoy vengo a cantarte canciones de amor, que brotan del alma de éste fiel amante, que solo te implora, un poco de amor. Sal a tu ventana amor de mi vida, que mi alma perdida suspira por ti, mira que si dejas que vaya sin verte, no hallaré consuelo, para este dolor»; entre tantas y bellas canciones que dejaban cautivadas a las mujeres, en una madrugada larga que les dejaba sin sueño, donde la luna era testigo de aquel amor.

El galanteo, no terminaba con una serenata, apenas era el inicio de la conquista, qué mujer no ha recibido alguna vez, esos caramelos «en flor», o ramos de rosas rojas, amarillas y blancas, peluches en cada mesario y/o aniversario de noviazgo. Cuando el novio, con los días de visitas y con la bendición de los padres de la novia, avanzaba en la conquista, como un hombre enamorado que se jugaba por conseguir el amor de su amada.

En tal aspecto, la caballerosidad de un hombre, habla mucho en el trato que tiene con las mujeres, aquel trato cortés, generoso, respetuoso, que es totalmente todo lo contrario a el machismo, es «agua y aceite», y no todos los hombres deben ser señalados como: «machistas»; sin embargo, esas atenciones del hombre a la mujer, como: abrir la puerta, servir la bebida, ceder la silla, entre otros cuidados hacia la mujer, se están perdiendo poco a poco.

Esos comportamientos de galanteo o caballerosidad, se remontan desde la Edad Media, esas costumbres que aún no se extinguen, y que inclusive, se pueden detectar en algunos hombres jóvenes y adultos que las mantienen, sin prejuicios dentro de la sociedad, valorable en el rescate de valores y en la lucha contra el machismo imperante en el círculo social.

No puede existir ninguna confusión acerca del significado de «el galanteo o la caballerosidad con el machismo», el galanteo: defiende y busca el bien de las mujeres; sin embargo, el machismo: el hombre al sentirse superior que la mujer, busca degradarla, manipularla, maltratarla, denigrarla, golpearla, etc.

En la búsqueda de rescatar la masculinidad positiva, desaprender la cultura machista que tiene un terrible arrastre y de lamentables consecuencias como es el feminicidio. Cambiar de visión, quebrantar aquellas conductas dañinas que no aportan a la construcción de las familias, de la sociedad, y que los hombres luchen y rompan estos paradigmas del comportamiento machista.

Por tal razón, no debemos generalizar a todos los hombres como «machistas», la diferencia está en: cómo fue educado, y si éste: conserva o no el código de conducta de un buen y gran hombre.

Tal es así, que en la actualidad, a todos los hombres, se los va identificando y señalando como «galante o machista». Esa es la gran diferencia.

Natalia Mora
Natalia Mora
Ex Directora General de La Dirección General de Auditoría Interna del Ministerio de la Mujer. Participación en el Equipo Directivo de revisión del IV Plan Nacional de Igualdad 2018 - 2024. Artista dedicada a la pintura al óleo.Aporté a la gestión comunicacional del Observatorio de la Mujer desde su creación en el Ministerio de la Mujer. Mujer comprometida y solidaria con las mujeres en situación de violencia.

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