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El tema medioambiental se volvió de gran relevancia nuevamente con la aparición de Joe Biden en la Casa Blanca, donde el gobierno anterior del republicano Donald Trump muchas de las cuestiones que son de trascendencia, como los efectos de gases invernaderos o las efectos a la capa de ozono, habían sido considerados de segunda importancia.
Ahora ha vuelto a ser un eje transversal a prácticamente todo el ámbito de las políticas públicas de los Estados Unidos, y es una buena noticia, especialmente para los emuladores de las políticas norteamericanas en la región, como el caso de Jair Bolsonaro y su desprecio hacia lo que significa la sensible zona de la Amazonía, no sólo para el Brasil, sino para gran parte del mundo.
Que Estados Unidos haya recuperado no sólo el discurso, sino las acciones concretas, es un buen signo de estar en el camino correcto para volver a la sensibilización y las acciones concretas para evitar los costos que todos pagaremos.
