Comentario 3×3
Una de las cuestiones importantes durante la pandemia es también visualizar cómo vamos a quedar después de este periodo. Algunos afirman que los niveles de pobreza se van a acentuar, que los niveles de crispación e incapacidad de conseguir empleo para muchos de nuestros jóvenes todavía se va acrecentar y no estamos pensando en términos de la prognosis de la que viene para hacer la tarea que debiéramos desde nuestra condición de sociedad organizada.
Y cuando hablamos de esto también hablamos de los organismos e instituciones privadas que tendrían que ser más eficaces en plantear opciones y alternativas. Hay demasiada quietud en organizaciones como las sindicales que ahora simplemente se sienten felices de contratar empleos con el Ministerio del Trabajo a cambio de su silencio y de su complicidad, hay sindicatos que están enseñando manicura o peluquería con dinero de todos.
Si vemos también la ausencia de una voz contundente y clara de nuestros empresarios nucleados en Feprinco, UIP y otras organizaciones, estamos viendo un Paraguay que no tiene la posibilidad de levantarse y de tener una idea clara y contundente acerca de dónde está el final del túnel y que características tendrá ese final.
Lo que vemos hasta ahora es que estamos esperando mucho de un Estado que ya nos ha demostrado todo lo que puede dar y que en tiempos de pandemia se acentuaron sus defectos y carencias, antes que sus fortalezas y virtudes. Requerimos la participación más activa de la sociedad paraguaya organizada para plantear soluciones, opciones y alternativas de cara hacia el futuro.