El acceso a la información pública ha sido una importante conquista cívica que después de 22 años se concretó porque así lo mandaba ya la Constitución en su Artículo 28.
Sin embargo, todavía los avances no han sido suficientes a lo largo de todo este tiempo porque hay muchas instituciones que presentan datos distorsionados, a destiempo, desordenados, todo con el interés de no dar a conocer a los mandantes acerca de cómo gastan los recursos que le son dados en administración.
Ahora un concejal de apellido Grau, quien tomó la intendencia de Asunción mientras su titular, Nenecho Rodríguez, se encuentra en Israel, dio a conocer por completo la nómina de los empleados municipales, que son más de ocho mil y donde hay cuestiones sorprendentes en términos de salarios.
Hay sólo tres marajás que ganan más de veinte millones, luego hay unos semimarajás que ganan entre diez y veinte millones, y luego un grupo de gente que sobrevive “a como sea”, especialmente los estratos inferiores, donde hay más de un centenar de ellos que ni cobran el salario mínimo.
Lo que tendría que hacer la Junta Municipal por mandato de los vecinos es reordenar por completo el funcionariado del municipio asunceno, que a juzgar por los hechos, están muy lejos de hacer la tarea como debieran. La ciudad luce desordenada, abandonada, sucia en muchos aspectos y desorganizada.
Lo menos que podría hacer es tratar de que -con los salarios que ahora conocemos- los empleados nuestros tengan la labor de llevar adelante un municipio decente. Lo que hemos visto es de una indecencia altísima.