El incremento de los precios del petróleo no ha sido necesariamente importante en los últimos meses para haber incrementado G. 800 el precio de los combustibles. Si miráramos con anterioridad, hubo un período en que el petróleo prácticamente estuvo a cero de valor, se pagaba por tener que retirarlos.
Uno se pregunta cómo no tuvimos la capacidad de comprar en ese momento la mayor cantidad posible y traerlo a nuestro territorio, ya que no somos productores del hidrocarburo.
No fuimos capaces tampoco de buscar opciones ni alternativas. Hace bastante tiempo el Paraguay tendría que haber desarrollado un sistema de transporte eléctrico, con lo cual nos hubiéramos ahorrado una cantidad enorme de recursos, pero también al Estado no le interesa mucho esto, ya que en algunos tipos de combustible se lleva el 38% en forma de impuestos por cada litro que se carga en el tanque de un vehículo.
En este momento no estamos buscando alternativas para la gente. No estamos buscando los intereses que realmente sean los más halagüeños para esto. Incluso el ex presidente de la República, Horacio Cartes, abrió un surtidor y tuvo cinco años para pensar en la independencia y en la autonomía del Paraguay, utilizando energía eléctrica para movilizar camiones, trenes, tranvías, vehículos de todo tipo y porte.
El Paraguay sigue perdiendo su tiempo lamentando el costo del hidrocarburo cuando tenemos hidroenergía en cantidades abundantes que tendría que haber sido utilizado mucho mejor y en mayor porcentaje para alivianar los costos para los contribuyentes y también para los usuarios.