domingo, noviembre 2

El Chaco preocupa

La región occidental o Chaco paraguayo preocupa al mundo. Es el segundo bosque más grande de Sudamérica después de la Amazonia; sus 100 millones de hectáreas se extienden por Argentina, Paraguay, Brasil y Bolivia. Es también una de las zonas con mayor biodiversidad del mundo, albergando más de 3400 especies de plantas, 500 de aves, 150 de mamíferos, 120 de reptiles y 100 anfibios.

Ahora un trabajo en la red pública cuenta una historia al respecto con el título de “Un cementerio de árboles”: vastas extensiones verdes convertidas en polvo mientras los madereros saquean el Gran Chaco de América del Sur. Aquí viven o sobreviven alrededor de 100.000 personas con la fauna y flora chaqueña. También se encuentran 3 de los 17 departamentos del país que son; Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes. 607 kilómetros separan a Asunción del departamento chaqueño que se encuentra en la frontera con Bolivia. Nuestro vecino desde hace tiempo y que seguirá allí mientras su población cuide el medioambiente natural y social boliviano. 

Especies en peligro

Jaguares, armadillos gigantes y ocelotes  están entre las especies amenazadas por la reducción del hábitat natural en una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo. Paraguay no se reduce a ser solo la región oriental, donde también existen plantas y animales que deben ser protegidos, atendidos y preservados por quienes poblamos el “corazón de América del Sur”.

En el bosque del Gran Chaco, vastas extensiones verdes se han convertido en campos de polvo. El bosque alguna vez rebosó de vida, hoy día esa vida desafortunadamente ya no existe. 

Numerosas especies han  dejado de existir en un lugar utilizado para criar ganado, cosechar árboles que luego son talados para comercializar con los mismos. Actualmente esta región del continente enfrenta un dilema que son las excesivas precipitaciones, por ejemplo en Fuerte Olimpo se superó los 120 mm de lluvia, y en algunas zonas se llegó a 180 mm.

Según datos oficiales , entre 1998 y 2023 se perdieron en Argentina y Paraguay alrededor de 7 millones de hectáreas de bosques nativos y esto afecta también a la fauna existente en estos lugares.  Es grave y algo hay que para evitar el deterioro constante.