Con visibles estragos arrastrados desde la pandemia, en el 2021 pudimos ver un alto nivel de ansiedad y depresión, no solo en el país, sino también en el mundo. La tasa de suicidio también tuvo un leve repunte y la desgastada salud mental paraguaya pidió auxilio durante todo el año.
De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud en 2020, 1 persona se suicida en el mundo durante cada 40 segundos. En nuestro país, la realidad no se encuentra muy ajena a esa devastadora noticia, pues se cerró el 2020 con 453 casos y es la última cifra fija con la que se cuenta hasta el momento, teniendo en cuenta los datos de la dirección de Salud Mental del ministerio.
Igualmente, las consultas por estrés postraumático, trastorno de ansiedad y depresión siguieron en aumento durante este año, como efecto directo de la pandemia. Estrés, frustración, depresión, tristeza y soledad son algunos de los síntomas que manifestaron experimentar los participantes de la encuesta sobre salud mental realizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“La pandemia nos ha dejado diversas crisis sin precedentes en distintos ámbitos ya sea sanitaria, económica y social, como consecuencia un fuerte impacto en las personas, los colectivos y la salud mental”, determinó Celeste Cano, licenciada en psicología clínica, reiterando que los sentimientos o sensaciones de estrés, ansiedad, miedo, tristeza y soledad, contribuyeron también a un aumento en la posibilidad de que empeoren los trastornos de salud mental previos.
Lic. Celeste Cano
“COSTOS PSICOLÓGICOS”
La psicóloga Cano mencionó que, como consecuencia ante tanta desidia pandémica, el país tuvo un aumento en las afecciones de salud mental. En ese punto, se detuvo a hablar de tres grandes protagonistas que son la depresión, la ansiedad y los intentos de suicidio.
“Estos son los elevados costos psicológicos que nos dejó la pandemia, amplificando los factores de riesgo asociados al suicidio, como la crisis económica, haciendo que muchas personas pierdan su empleo. También están los traumas o abusos, los trastornos mentales y las barreras de acceso a la atención de salud”, ejemplificó la especialista.
Para la psicóloga, es importante que ante la aparición de los signos o síntomas de ansiedad, depresión o riesgo suicida, la persona acuda a tiempo a una consulta psicológica, pues resulta un menester prestar atención a la salud mental, al igual que a cualquier otro tipo de enfermedad física.
“La depresión es un trastorno mental de alta prevalencia, con varios grados de severidad, que puede volverse un problema crónico. Por otra parte, la ansiedad causa en las personas una preocupación excesiva, pudiendo esto afectar su desempeño diario y llegar a causar una dificultad física para realizar diversas actividades”, señaló la experta.
Lic. Iván López
CASOS AGRAVADOS
El licenciado en psicología clínica, Iván López, la pandemia empeoró la salud mental de muchas personas que ya se encontraban en un vulnerable estado emocional y psicológico antes de la pandemia. Por eso, el profesional considera que la situación agravó la realidad de muchas personas, empeorando los niveles de ansiedad y depresión, sin mencionar otros causantes de deterioro de la salud mental.
“Entre las principales consecuencias, que también constituyen síntomas, podemos mencionar la desmotivación, el desgano, la irritabilidad, estados de angustia, mal estar emocional y, en el peor de los casos, intentos de suicidio”, destacó López, resaltando que el descuido al que fue impuesta la salud mental de nuestro país, posibilitó una serie de quiebres emocionales y psicológicos sin igual.
Ante esto, el licenciado aseveró lo indispensable que resulta aprender a cuidar nuestra salud mental, la cual no puede ser pospuesta ni minimizada bajo ningún sentido, pues los síntomas de desgano constante, los problemas a la hora de dormir, la pérdida de apetito y la tristeza constante irán deteriorando con más fuerza al individuo, con el paso del tiempo.
