A medida que pasa el tiempo es más claro el fin de Mario Abdo cómo presidente del Paraguay, un gobierno pobre en capacidad administrativa en las necesidades primarias que tiene el ciudadano sin contar con un sistema educativo y sanitario en óptimas condiciones para sostener un país que ahora con la pandemia se agravó en pobre gestión que de a poco se cobra más vidas en el país. No escribo lo que es conocido pero que vale la pena tenerlo en cuenta, el numero negro de gente desaparecida por el maldito virus ya suma casi 4 mil con pronósticos nada felices para el mes de mayo para cuando se calcula mas de 10 mil personas posiblemente fallecidas.
Además de las últimas manifestaciones en Asunción se suman ahora movilizaciones campesinas que levantan su voz en varios puntos del país; El presidente Abdo tiene una incapacidad manifiesta para administrar el país y ya ahora miles de campesinos se instalaron en la capital donde también en una voz unida reclaman atención a sus pedidos entre los cuales se encuentran la renuncia de los número 1 y 2 del gobierno.
Alliana el presidente del partido colorado amenaza con soltarlo y convoca a una reunión del consejo ejecutivo mientras jóvenes de la oposición dejan basura envueltas en bolsas negras que simulan personas fallecidas por el covid. Las cosas se han complicado, no tenemos un presidente visible ni que asuma las responsabilidades de gobernar esta Nación. Su campo de maniobra se ha limitado a lo más básico y elemental. No tiene margen, debe irse.