Irma Llano y Silvana Otazú, fiscalas de delitos informáticos anunciaron que el trasfondo del caso espionaje que involucra al dirigente liberal Fabián Marti, sería económico y no político como se creía inicialmente.
“Estas personas trabajan para el mejor postor. Hacían espionaje para cualquier persona que pedía sus servicios. Por esto se cobra un monto, es un servicio ilegal, irregular. Estimamos que tiene un trasfondo empresarial”, explicó Irma Llano luego de que el mismo Martí se entregara ante el Ministerio Público en la siesta del jueves.
Específicamente, el trabajo que realizan estas personas es buscar con quien hablan ciertas personas y que es lo que dicen. En este caso en particular se trata de los comunicadores Jorge Torres, Clari Arias y el legislador Carlos Rejala.
Martí fue imputado y declarado en rebeldía por no presentarse inmediatamente. El día de hoy cuando se entregó ante el Ministerio Público se abstuvo de declarar hasta que su abogado tenga acceso a la carpeta fiscal. Llano y Otazú señalaron que la misma recién la entregarán en 10 días, cuando culmine la primera etapa de las investigaciones.
Además de Martí, existen otras cinco personas que están siendo investigadas. La defensa del político liberal señaló que nadie contactó con su cliente ni él lo hizo con nadie, alegando con esto que el político no tiene ninguna relación con los hechos de los que se le acusa.
Aún es difícil estimar a cuantos años de cárcel se expone el supuesto líder de la banda de espionaje.