Impulsado por la senadora Lilian Samaniego de la ANR, el proyecto de ley que pretende modificar la ley 1335/99, del “Servicio diplomático y consular” busca ampliar el cupo ocupado por personas que no pertenecen a la carrera de un 20% al 50%. De este modo, se pretende que el Ejecutivo pueda seleccionar como cónsules a más funcionarios que no formen parte del escalafón, pero tengan una gran capacidad para desempeñarse en sus funciones.
La parlamentaria Samaniego tilda la ley actual, sin las modificaciones sugeridas, como una reglamentación del derroche, los acomodos y los privilegios. En una conferencia de prensa, la senadora declaró que el proyecto de ley se llevó a cabo en un gran consenso entre diferentes proyectistas de diversas bancadas.
“Nosotros buscamos una ley que haga de la Cancillería una institución más moderna, ordenada e incluyente, que ya no se encuentre anclada en el pasado. Dicen que es inconstitucional, cuando hicimos el proyecto con constitucionalistas, también comentan que queremos meter por la ventana a 500 funcionarios, cuando no es así”, determinó Samaniego.
La senadora argumentó que con la nueva ley no ingresarán “tantos funcionarios como dicen y solo costarán unos G. 10.000 millones al año, que serían US$ 1 millón y medio.
Así también, reiteró que no se trata de manipular el escalafón diplomático, sino de modernizar y jerarquizar de acuerdo a la formación académica de los funcionarios que ya tienen antigüedad en la Cancillería y son del sector administrativo, no modificarán nada lo relacionado al área diplomática.
OSVALDO BITTAR
“No se está contando toda la verdad de lo que sucede en el ministerio de Relaciones Exteriores, pues las verdades son expuestas únicamente a medias”, había resaltado el ministro de Embajadas, Osvaldo Bittar.
Agregó que todo va por una cuestión del nivel de remuneración de los funcionarios, pues anteriormente los nombrados ganaban más que los escalafonados, hecho que se invirtió en la realidad.
En este sentido, Bittar dijo que el proyecto de ley desnuda esa queja dirigida hacia el nivel de ingreso que divide a los funcionarios de Relaciones Exteriores.
“Y la senadora Lilian Samaniego cuenta algo muy cierto: la cancillería es manejada por una élite de funcionarios. Muchos creen que ella solo quiere meter cupos políticos, pero no es así porque va más allá de eso”, sentenció.
También en una entrevista para Radio Libre, Julio Vera, quien fue embajador de Paraguay en Bolivia, Argentina y es un amplio conocedor de la administración pública, manifestó que en la Cancillería de todos los escalafonados solo un segmento ha realizado los cursos de preparación en la Academia Diplomática. «Específicamente, ningún ministro y embajador ha realizado los cursos».
NOELIA LÓPEZ
En una entrevista con Benjamín Fernández Bogado, en Radio Libre, Noelia López, presidenta de la Asociación de Diplomáticos del Paraguay (Adep), recalcó que el proyecto de ley va en contra de todo el proceso administrativo y la búsqueda del fortalecimiento de la cancillería con gente preparada y formada.
“Las ideas, los escalafones y las carreras se están mezclando. No es lo mismo la profesión diplomática y consular que una administrativa o técnica. De ninguna manera la Adep o los diplomáticos podrían estar en contra de mejoras salariales para los funcionarios del sector administrativo y técnico”, aclaró, refiriéndose a las posturas que ponían a los diplomáticos como enemigos del beneficio financiero del área técnica.
Así, expresó que cualquier Cancillería tiene una conformación profesional. El proyecto de ley avala que el presidente tenga la posibilidad de nombrar en un 50% a quienes él crea como los más pertinentes para una embajada, sean estos técnicos profesionales de la institución o algún político.
De esa manera, sentenció que el proceso de profesionalización corre un serio peligro por motivos que escapa de un Paraguay que se precie de tener un Estado de derecho como tal, en donde las reglas se cumplen y no se discuten.
“¿Sería una verdadera modernización de la Cancillería Nacional que los cónsules sean ajenos a la carrera? Es totalmente una afrenta a lo establecido en la convención de bienes y relaciones consulares, que en el artículo 1 dice que deben ser de carrera u honorarios”, concluyó.