La Selección de Argentina llevó adelante un muy buen trabajo y terminó invicto en las dos rondas que disputó, con victorias ante Corea del Sur, Nigeria, Rusia, Venezuela y Polonia. El último empujón hacia ser olímpico se lo dio ayer Estados Unidos, al ganarle 89-73 a Brasil e impedirle llegar a los cuartos de final.
Como América tiene reservados dos cupos para Tokio 2020 en este Mundial y los únicos equipos del continente que avanzaron a los cuartos fueron Argentina y Estados Unidos, la historia quedó sentenciada. Un logro espectacular para un equipo joven y que hizo méritos suficientes.
Serán los octavos Juegos Olímpicos en los que participará el básquetbol masculino nacional, logro que solamente consiguieron otros 11 seleccionados: Australia, Brasil, Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, Italia, Puerto Rico, la ex Unión Soviética y la ex Yugoslavia.
Lo que hace más meritoria aún esta clasificación argentina a los Juegos Olímpicos es que será su quinta presencia consecutiva. Es que después del 15° puesto en Londres 1948, del cuarto lugar en Helsinki 1952 -tras el título mundial en Buenos Aires 1950- y del noveno puesto en Atlanta 1996, Argentina mantiene desde 2004 esta racha positiva de meterse en la elite.
Inolvidables fueron cada una de las últimas cuatro participaciones, porque si la gloria llegó con el oro en Atenas 2004 y el bronce en Beijing 2008, la tristeza hizo mella en el partido por el tercer puesto perdido con Rusia en Londres 2012 y la emoción estuvo a flor de piel con los retiros de Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni tras la caída en cuartos de final de Río de Janeiro 2016 ante Estados Unidos.