El Paraguay ha vuelto a ser aplazado en términos de combate a la corrupción según un informe proveniente de Washington que, anualmente, mide el compromiso de los países latinoamericanos en una verdadera vocación de luchar contra la corrupción. Estamos en los últimos lugares y el argumento central de este informe tiene que ver con el hecho de que la Fiscalía se encuentra absolutamente sometida a poderes que tienen que ver con la delincuencia y la criminalidad.
Poco favor hace el Ministerio Público en circunstancia cómo estás, cuando con su falta de capacidad, de accionar, de voluntad, de sometimiento a los mandatos constitucionales, termina finalmente siendo alquilado a los actores del poder corporativo y mafioso.
Mientras esto no cambie seguiremos aplazados, y la percepción que tendrán de nosotros desde afuera es que no somos un Estado organizado y respetado en términos institucionales, sino que vamos camino a convertirnos en uno fallido.
El Ministerio Público ha promovido el aplazo -de nuevo- de la lucha contra la corrupción entre los que tienen a los jueces del Poder Judicial como unos asociados claves.